Jerusalén
Ariel Sharon, ocho años en coma profundo
El próximo sábado, 4 de enero, se cumplirán ocho años desde que Ariel Sharón entró en coma profundo tras sufrir una hemorragia cerebral el 4 de enero de 2006, un día antes de que fuera a ser ingresado para someterse a una angioplastia mediante un cateterismo.
Por aquel entonces, acababa de crear un nuevo partido, el centro-derechista Kadima, a partir del derechista Likud, la formación que lideraba y que hoy dirige su entonces mayor oponente interno, el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Militar implacable, el jefe de Gobierno israelí entre 2001 y 2006 permanece en coma en el hospital de Tel Hashomer, cerca de Tel Aviv, donde fue trasladado cincos meses después de la hemorragia tras ser sometido a ocho intervenciones quirúrgicas -entre ellas la extracción de parte del intestino- en el Hospital Hadassa de Ein Karem, cerca de Jerusalén.
Su recuerdo todavía es sinónimo de controversia en Israel, donde muchos vinculan la toma de Gaza por el movimiento islamista Hamás en junio de 2007 con la retirada de la franja dos años antes conforme a un Plan de Desconexión.
Quien fuera portavoz de Sharón durante varios años, Raanan Gissin, considera que la actual "tragedia"es que "sus críticos más fieros, como Netanyahu, se han convertido en sus auténticos sucesores".
"Netanyahu no ha formado un Kadima, pero ha realineado su partido en el centro para permitirse tomar las decisiones que tiene tomar respecto al futuro de los palestinos", señaló Gissin al diario "The Jerusalem Post".
Por su parte, el ex viceprimer ministro Haim Ramon echa de menos a Sharón, pese a que reconoce que en ocasiones discrepaban.
"A veces teníamos nuestros más y nuestros menos. En sus últimos años tomó decisiones muy importantes: derrotó la segunda Intifada, ordenó la retirada de Gaza, pese a las dificultades y su propia biografía, y encendió una bomba política", explicó al rotativo "Yediot Aharonot".
Yosi Sarid, ex ministro y líder del partido de izquierdas Meretz, se muestra mucho menos condescendiente: "El hecho de que esté en coma no cambia mi opinión sobre él. Realmente no puedo decir nada bueno de él. Sharón quizás es el padrino de los pecados en la política israelí, tanto en lo personal como en lo general.
"En sus últimos días trató, a lo mejor por motivos que sólo él conoce de expiar sus culpas, pero sus pecados son demasiados graves", agregó.
Nacido en 1928 en el seno de una familia lituana en la cooperativa agrícola judía de Kfar Malal, en la entonces Palestina bajo protectorado británico, Sharón fue una figura polémica antes incluso de llegar al poder.
En 1953, un grupo de soldados a su mando perpetró la masacre de Qibya, en la que murieron 69 palestinos en ese poblado de la Cisjordania entonces bajo control jordano, varios de ellos hallados cadáver bajo los escombros de sus casas derribadas.
En 1983, una comisión israelí pidió su sustitución al frente del Ministerio de Defensa tras determinar que tuvo una responsabilidad personal indirecta en la masacre de los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, en el Líbano, efectuada en septiembre del año anterior por las milicias falangistas locales durante la ocupación israelí del sur del país de los cedros.
En septiembre de 2000, cuando lideraba la oposición israelí, una visita suya a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, escoltado por un millar de policías, desencadenó el estallido de la Segunda Intifada palestina.
Sus defensores alaban su determinación y su capacidad de maniobra política, que le permitió presentarse como un líder fuerte dispuesto a defender a su país en los años más duros de atentados terroristas palestinos, pese a las críticas internacionales.
✕
Accede a tu cuenta para comentar