La Armada de Estados Unidos ha dado la bienvenida formal a su más reciente incorporación: un destructor de misiles guiados de la clase Arleigh Burke, una serie conocida por su versatilidad y poder de fuego. Este nuevo buque representa un paso adelante en la modernización de la flota de superficie estadounidense.

La botadura y posterior ceremonia de bautismo son momentos clave en el ciclo de vida de un buque, marcando su transición de astillero a futuro activo naval. Estos destructores, en su configuración más reciente, incorporan avances tecnológicos significativos diseñados para enfrentar las amenazas del siglo XXI.

Además de su capacidad operativa, el nombre de cada buque porta un legado. En este caso, se ha decidido honrar a un auténtico héroe nacional, cuya historia de sacrificio y servicio trasciende el ámbito militar, conectando con el servicio público.

El legado de un héroe navega

El astillero Ingalls Shipbuilding de Huntington Ingalls Industries, ubicado en Pascagoula, Misisipi, fue el escenario de la ceremonia de bautismo del USS Jeremiah Denton (DDG 129) el pasado 28 de junio, según apuntan desde Real Clear Defense. Este evento tradicional, que incluyó la rotura de una botella de vino espumoso contra el casco, contó con la presencia de las hijas del homenajeado como madrinas.

El buque recibe su nombre en honor al Contralmirante Jeremiah Denton Jr., un veterano de la Guerra de Vietnam galardonado con la Cruz de la Armada por su heroica resistencia durante su cautiverio. Denton, aviador naval por 34 años, se hizo conocido mundialmente al parpadear la palabra "tortura" en código Morse durante una entrevista televisada para comunicar las condiciones de los prisioneros, y posteriormente sirvió como Senador de los Estados Unidos por Alabama.

El USS Jeremiah Denton pertenece a la configuración Flight III de la clase Arleigh Burke, destacando por la integración del avanzado radar de defensa aérea y de misiles AN/SPY-6(V)1. Este sistema, junto con el sistema de combate Aegis Baseline 10, ofrece capacidades mejoradas de detección y seguimiento contra amenazas aéreas y balísticas.

Con un desplazamiento a plena carga de 9.217 toneladas, el destructor mide 156,4 metros de eslora y 20,1 metros de manga, impulsado por cuatro turbinas de gas General Electric que le permiten alcanzar velocidades superiores a los 30 nudos. Su construcción emplea acero reforzado y características de supervivencia pasiva.

El armamento es formidable, incluyendo un cañón naval de 127 mm, sistemas de defensa de proximidad Phalanx y Mk 38, y un total de 96 celdas del sistema de lanzamiento vertical Mk 41, capaces de disparar diversos tipos de misiles, desde Tomahawk hasta antiaéreos y antisubmarinos, además de tubos lanzatorpedos.

El buque está diseñado para operar con una tripulación de 380 personas y cuenta con una cubierta de vuelo y hangar para dos helicópteros MH-60R Seahawk, aumentando sus capacidades de guerra antisubmarina y reconocimiento.

La ceremonia de bautismo mantiene una antigua tradición marítima, adaptada por la Armada para bendecir el buque antes de su puesta en servicio y desear buena fortuna a sus futuros tripulantes.