Viena

Austria prohíbe el burka para lograr más integración

La norma establece que «quien en los espacios o edificios públicos se cubra u oculte el rostro con ropa u otros objetos, de manera que no sea reconocible, está cometiendo una infracción, punible con hasta 150 euros».

Quien se niegue a acatar la nueva ley puede ser conducida a una comisaria para ser multada y obligada a quitarse el velo.
Quien se niegue a acatar la nueva ley puede ser conducida a una comisaria para ser multada y obligada a quitarse el velo.larazon

La norma establece que «quien en los espacios o edificios públicos se cubra u oculte el rostro con ropa u otros objetos, de manera que no sea reconocible, está cometiendo una infracción, punible con hasta 150 euros».

El uso del burka en público está prohibido a partir de hoy en Austria. Tras la norma, que ha sido tachada de populista, está el Gobierno de socialdemócratas y conservadores, dentro de una reforma que pretende endurecer las políticas de integración y para muchos esconde el intento de detener el auge del partido ultraderechista FPÖ ante las elecciones del 15 de octubre. La Ley establece que «quien en los espacios o edificios públicos se cubra u oculte el rostro con ropa u otros objetos, de manera que no sea reconocible, está cometiendo una infracción», punible con hasta 150 euros y que, según apunta la prensa austriaca, puede afectar más a las turistas ricas de países árabes que a las pocas musulmanas que usan esa prenda en el país.

No obstante, a la hora de su redacción, se ha tenido en cuenta el hecho de no usar palabras como burka (el velo que cubre los ojos), nicab (que los deja al descubierto) o islam para no parecer que se dirige únicamente al colectivo musulmán; pero su vinculación con el debate público sobre los inmigrantes musulmanes queda claro cuando se lee que su objetivo es «impulsar la integración mediante el refuerzo de la participación de la coexistencia en la sociedad». De hecho, sí se permite el uso de cascos de motociclista, máscaras con un propósito artístico, cultural, deportivo o por cuestiones laborales o sanitarias, así como con el uso de prendas de abrigo en invierno por lo que quienes usan burka o nicab se presentan así como las principales potenciales infractoras de esta ley.

La medida ha sido recibida con indignación por la policía austriaca. «No vamos a hacer guardia delante de los hoteles o las joyerías de lujo» aseguró Hermann Greylinger, del sindicato de Policías, sin ocultar el malestar que existe en el cuerpo ante una ley que considera innecesaria y difícil de aplicar. «Esta prohibición es un exceso, es una tontería. Tenemos ya tantos problemas en nuestro trabajo cotidiano y esto sólo nos puede causar más», critica el policía. Greylinger recuerda que el Ministerio del Interior ha pedido a sus agentes que traten el asunto con «delicadeza».

De momento, la Policía ha desarrollado un protocolo de actuación y un folleto informativo en alemán, inglés, árabe y turco. Quien se niegue a acatar la nueva ley puede ser conducida a una comisaría para ser multada y obligada a quitarse el velo. Asimismo, los visitantes que lleguen a Austria por un aeropuerto estarán obligados a descubrirse si quieren entrar al país. Por su parte, Carla Amina Baghajati, de la directiva de la Comunidad Islámica de Creyentes de Austria (IGGÖ), aseguró que la nueva norma es innecesaria y que la legislación anterior ya imponía la obligación de mostrar el rostro en aeropuertos o tribunales. Pese a que la IGGÖ «no tiene ninguna simpatía» por la ocultación del rostro, Baghajati advierte que su prohibición será contraproducente y puede atentar contra la libertad religiosa. Mientras, Austria no teme que la entrada en vigor de esta ley vaya a tener consecuencias negativas para el turismo. «Sólo están afectados por la ley un pequeño grupo de huéspedes, ya que el burka o el nicab se usan principalmente en Arabia Saudí y tampoco allí lo usan todas las habitantes», señala Ulrike Rauch-Keschmann, jefa de prensa de la Oficina de Turismo de Austria. Aunque desde su página web, el Ministerio de Exteriores avisa del veto y aclara que con esta ley sólo busca «asegurar la cohesión y la paz social en Austria», continúa el debate sobre el giro a la derecha de un país gobernado principalmente por el centro desde la Segunda Guerra Mundial y en el que los partidos que hacen campaña con un mensaje antiinmigrante están al borde de un triunfo y la formación de un gobierno de coalición. Austria se une con esta prohibición a Francia, Holanda y Bélgica.