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Bachar al Asad se ve reforzado en el poder tras su triunfo electoral

El presidente sirio, Bachar al Asad, se ha asegurado un tercer mandato con un triunfo electoral abrumador, que ha reforzado su convicción de mantenerse en el poder sin cambiar de estrategia, tal y como él mismo insinuó hoy en sus primeras declaraciones tras su victoria.

El presidente sirio, Bachar al Asad, se ha asegurado un tercer mandato con un triunfo electoral abrumador, que ha reforzado su convicción de mantenerse en el poder sin cambiar de estrategia, tal y como él mismo insinuó hoy en sus primeras declaraciones tras su victoria.

Su primer acto oficial después del anuncio de su triunfo en los comicios del martes fue una reunión con una delegación iraní, encabezada por Aladin Boruyardi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y de Política Exteriores del Parlamento de Irán.

"El alto porcentaje de participación supone un mensaje rotundo a Occidente y a los países implicados en la guerra de que el pueblo sirio verdadero determina su propio destino y siempre mira al futuro", afirmó Al Asad durante el encuentro.

El mandatario logró el 88,7 % de los votos -un total de 10.319.723 sufragios- en la votación, muy por delante de sus dos adversarios, el diputado de la oposición tolerada Maher Abdel Hafez Hayar y el exministro Hasan Abdalá al Nuri.

La participación en los comicios, los primeros con más de un candidato en medio siglo, fue del 73,42%.

"Las victorias del pueblo sirio y los resultados logrados por Irán, especialmente en el asunto nuclear, junto a los cambios positivos en varios estados de la región nos dan confianza y esperanza sobre el futuro de los pueblos de la región", indicó Al Asad.

La Presidencia siria publicó en su cuenta de Facebook una fotografía de la reunión de Al Asad con los iraníes en las que aparecía sonriente saludando a Boruyardi.

Durante esta jornada, el presidente también se entrevistó con un grupo de sirios residentes en EEUU que viajaron a su país de origen para votar en los comicios, a los que les agradeció su "lealtad".

Por su parte, el primer ministro Wael al Halqi adelantó que en la etapa que ahora se abre seguirá la lucha antiterrorista, "así como las victorias prometedoras del Ejército para eliminar el terrorismo del suelo sirio, a cualquier precio y sacrificio".

El jefe del Ejecutivo explicó que, en paralelo, su Gabinete hará todos los esfuerzos posibles para negociar acuerdos con "los grupos armados"en distintas áreas, lo que las autoridades sirias denominan "reconciliaciones locales", como el pacto alcanzado en Homs a principios de mayo, que permitió el repliegue rebelde del centro de esta localidad.

En la próxima fase, Al Halqi adelantó que otra de las prioridades serán los proyectos de rehabilitación de infraestructuras y el realojo de las personas que han perdido sus viviendas por el conflicto.

Las elecciones de hace dos días solo tuvieron lugar en las zonas bajo control de las autoridades con el país sumido en el conflicto armado.

Pese a sus defectos, analistas sirios creen que los comicios han demostrado la incapacidad de EEUU y de otros países occidentales y árabes para sacar a Al Asad de la Presidencia en tres años de conflicto.

"Los resultados ilustran el volumen de apoyo con que cuenta Al Asad", dijo a Efe en Damasco el experto Ahmad Hach Ali.

"Nadie puede ahora negar el gran respaldo que Al Asad disfruta en el país. Ya sé que muchos en Occidente dicen que las autoridades han forzado a los sirios a ir a votar, pero "¿cómo es posible que obliguemos a los refugiados en el Líbano, Jordania y otros países a ir a las urnas?", ironizó.

Tras la publicación de los resultados, decenas de miles de ciudadanos salieron a las plazas y calles de las principales localidades sirias en una celebración que se ha prolongado hasta este jueves.

En Damasco, según pudo constatar Efe, la gente salió con banderas e hizo sonar las bocinas de sus vehículos por las vías principales.

Activistas informaron hoy de que al menos diez personas murieron anoche, entre ellas un menor, un futbolista y un cámara de televisión, y otras doscientas resultaron heridas por disparos durante la celebración de la victoria electoral del presidente en Damasco, Alepo, Latakia y Tartús.

Para el analista político Ibrahim Abdalá, catedrático de la Universidad de Damasco, "el mundo debería admitir que las elecciones legitiman la permanencia de Al Asad en el poder".

En su opinión, la comunidad internacional tendría que "reconocer que ha perdido y que Al Asad ha ganado".

"Confío en que los europeos pidan en breve ayuda a Damasco para coordinarse contra los terroristas", agregó.

La Unión Europea, Estados Unidos y la oposición siria han rechazado estos comicios, que solo se han celebrado en áreas bajo control del Gobierno y en medio de una guerra con más de 162.000 muertos, según cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.