Represión en Venezuela
Baltazar Porras: «El Gobierno debería dar signos de acercamiento»
El venezolano Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, será nombrado cardenal por el Papa Francisco el 19 de noviembre. En una entrevista telefónica con LA RAZÓN, el que fuera presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela pide al Gobierno que ceda y alerta de que si no prospera el diálogo existe un riesgo de que «llegue una espiral de violencia».
–¿Es optimista ante un posible diálogo entre Gobierno y oposición venezolanos?
–Nos hace tener unas esperanzas, aunque limitadas. Todo depende de la voluntad de reconocimiento del otro. La crispación, que viene de tiempo atrás, y que en estos últimos días ha ido en aumento, está haciendo que buena parte de la población no quisiera que hubiera diálogo. Dios quiera que estas reuniones, que son exploratorias, nos conduzcan a un puerto, porque las necesidades de la gente son muchos mayores que los intereses que puedan existir por parte de los interlocutores.
–¿Qué condiciones se tienen que dar para sentarse?
–Sin una agenda de puntos muy concretos a los que se busque una solución lo más pronto posible no tendría sentido sentarse para no llegar a nada, porque generaría mayor frustración en la sociedad.
–¿Ve a alguna de las dos partes en disposición de ceder?
–Quien tiene que ceder más es quien tiene la mayor parte del poder político y jurídico. Esa parte es la que tiene que aclarar una situación que se muestra compleja, pero no se puede caer en la desesperanza porque de lo contrario iríamos a una espiral de violencia y de muerte que no favorecería a la mayor parte de la población.
–¿Por qué el Papa está tan preocupado por Venezuela?
–Porque es una situación muy grave, mucho más de lo que aparentemente pudiera ser y que no se quiere reconocer. La canciller achacaba la situación del país a los medios de comunicación internacionales y a la intervención de las potencias con la derecha fascista en el país. Pero los problemas están ahí. Me refiero al hambre y a la escasez. Esto se une a la inseguridad y a la violencia, que están extendidas como un cáncer en la sociedad venezolana.
–Arturo Sosa, el nuevo superior general de los jesuitas, dice que ni el Gobierno ni la oposición tienen un plan alternativo para la crisis.
–El llamado proyecto revolucionario no ha solucionado los problemas del país, sino que los ha acrecentado. Del otro lado, en el campo de la economía y en la búsqueda de caminos para la paz y el entendimiento en el país, hay que inclinarse necesariamente por una situación de perdón y amnistía para poder salir adelante. Hay una serie de propuestas claras que Dios quiera que sean compartidas para que la solución no sea traumática.
–¿Venezuela se ha convertido en un sistema autoritario?
–Indudablemente caminamos hacia eso. Hay restricciones para la libertad de expresión y de información. Es una situación atípica y se maneja de una forma que no es la dictadura tradicional pero que restringe día a día la capacidad del ciudadano de expresar no tanto una disidencia, sino, sencillamente, una opinión distinta.
–La Mesa de la Unidad es reticente a dialogar con el Gobierno...
–La oposición tiene una diversidad muy grande de partidos y se hace más difícil la unidad, pero hay una conciencia cada vez más clara de que sin unidad no se puede enfrentar esta situación monstruosa que tenemos. Son muchas las personas que han sido detenidas, y no sólo políticos, lo que hace perder la credibilidad en unas instancias que deberían dar algunos signos de acercamiento para que sentarse a una mesa no sea simplemente un ejercicio de diatriba verbal que venga a ratificar lo que estamos viviendo en la sociedad venezolana.
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