Espionaje en EEUU

Bradley Manning espió, pero no ayudó al enemigo

El soldado Bradley Manning llega a la corte de Fort Meade, en Maryland
El soldado Bradley Manning llega a la corte de Fort Meade, en Marylandlarazon

Tras tres años de cárcel y siete semanas de audiencias en Fort Meade, Maryland, el juzgado militar estadounidense encontró al soldado Bradley Manning no culpable de ayudar al enemigo, pero culpable de 19 de los 21 cargos por los que se le acusaba, entre ellos cinco por espionaje, cinco por robo de material perteneciente al Gobierno de EE UU, varios delitos militares y uno por fraude. La pena a la que se enfrenta el soldado, que según medios locales posiblemente sea dictada hoy, asciende a más de cien años.

Por lo menos Manning, de 25 años, ha sido absuelto del más grave de los cargos, por el que se le hubiera condenado directamente a cadena perpetua sin posibilidad de redención de pena. Parecía claro que iba a ser considerado culpable de colaborar con el enemigo, sobre todo cuando el mes pasado la coronel Denise Lind, quien preside la corte marcial, denegó la petición de la defensa de retirar el cargo de «ayudar al enemigo», el más serio de los 21. También se le consideró no culpable de la filtración de un vídeo de un ataque con daños colaterales en Afganistán.

Según indicaron periodistas acreditados en Fort Meade, la coronel Lind podría, no obstante, rebajar su condena, que si se suman todos los cargos que se le imputan sería de 136 años, por las torturas que ha sufrido en prisión, siempre en un régimen de aislamiento y bajo intensa vigilancia. La jueza dictará, por tanto, una sentencia más laxa.

El soldado es el culpable de la mayor filtración de información clasificada de la historia de EE UU. Según informa Ap, el propio Gobierno había presionado para que le cayera la pena máxima por abrir una brecha en la seguridad nacional, mientras que los activistas en favor de la libertad de expresión han visto su gesta como una luz dentro de las sombrías operaciones de EE UU en el extranjero. La Fiscalía militar alegaba que la seguridad del país quedó dañada cuando Wikileaks publicó los vídeos de combate de un helicóptero apache, los cientos de miles de cables diplomáticos y los detalles secretos de los prisioneros recluidos en Guantánamo. Datos que Manning entregó al sitio de internet cuando estuvo destinado en Irak entre 2009 y 2010.

La acusación llegó a usar como pruebas documentos encontrados en la casa del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en Abbottabad (Pakistán) en los que se demostraba que el enemigo más buscado había tenido acceso a la información de Wikileaks.

Hasta que fue detenido en Irak en mayo de 2010, el soldado Manning copió y envió a la web fundada por Julian Assange unos 700.000 cables de las embajadas estadounidenses. Ayer, desde Wikileaks calificaban la sentencia de serio «precedente contra las filtraciones a la Prensa», pues cinco de los cargos eran por espionaje. Es decir filtrar es ahora sinónimo de espionaje. En esta misma línea se mostraba Ben Wizner, adjunto a la dirección de la Unión de Libertades Civiles (ACLU): «Mientras que Manning ha sido absuelto del cargo más peligroso, la ACLU considera desde hace tiempo que las filtraciones de interés público a la Prensa no deberían ser procesadas bajo un crimen de espionaje», dijo. Para Wizner, parece claro que el «Gobierno buscaba intimidar a cualquiera que considere revelar información valiosa en el futuro».

Durante la lectura del veredicto, Manning prestó atención a la jueza, pero aparentemente, no reaccionó. No obstante, su abogado, David Coombs, sonrió cuando escuchó las palabras «no culpable» seguidas de ayudar al enemigo. Al finalizar, le puso la mano en la espalda de Manning y le susurró algo al oído, algo que provocó una leve sonrisa al soldado. «Hemos ganado la batalla, ahora necesitamos ganar la guerra», manifestó Coombs a la salida de la corte. «Hoy es un buen día, pero Bradley todavía no está fuera de la hoguera», reconoció a los medios.

Por su parte, la familia del soldado emitió un comunicado en el que, aunque reconocían estar «disgustados con el veredicto, estaban contentos porque la jueza Lind está de acuerdo con nosotros en que Brad nunca intentó ayudar a los enemigos de Estados Unidos».