Unión Europea
Bruselas denuncia a Estados Unidos y a China ante la OMC
Los socios europeos se sienten traicionados por Washington y buscan nuevos aliados para hacerle frente
Los socios europeos se sienten traicionados por Washington y buscan nuevos aliados para hacerle frente.
Horas después de que los aranceles anunciados por el presidente de EE UU, Donald Trump, al acero (25%) y al aluminio (10%) entraran en vigor, la UE activó su maquinaria dispuesta a devolver el golpe y alertó sobre las consecuencias que tendrá para el orden internacional el paso dado por el inquilino de la Casa Blanca. Según anunció ayer la comisaria de Comercio, Cecilia Malsmtrom, Washington está jugando «un partido peligroso» que puede poner peligro la recuperación económica y llevar a una escalada de tensiones mundial.
Las puertas al diálogo están cerradas. Bruselas, aunque es consciente de que en las guerras comerciales no hay vencedores y sí vencidos, cree que no puede dar pasos atrás. En la pasada cumbre de los Veintiocho en Sofía (Bulgaria), la UE ofreció a Washington negociar ciertos aspectos vitales de las relaciones comerciales trasanlánticas como, por ejemplo, un mejor acceso de los vehículos estadounidenses al mercado europeo. Pero esto es sólo el pasado. Se siente traicionada. «Ofrecimos diálogo y negociaciones futuras bajo la condición de que esta amenaza no se llevara a cabo. No lo han hecho y aquí estamos», aseguró ayer la comisaria. El presidente francés, Emmanuel Macron, matuvo este pasado jueves una conversación telefónica con Donald Trump en la que tachó de ilegal la decisión de imponer aranceles.
El ejecutivo comunitario también está en contacto con el resto de las potencias que han sufrido el incremento de los aranceles a sus productos con el propósito de presentar un frente común en la OMC. La UE no oculta su temor a que el sistema colapse. Pero nada es fácil en las relaciones internacionales del siglo XXI. Los bandos no están claros. Bruselas anunció ayer que también llevará a China ante la OMC por sus leyes sobre propiedad intelectual que discriminan a las empresas europeas. Según la Comisión Europea, Pekín obliga a las compañías europeas instaladas en el país a ceder la propiedad intelectual y el uso de su tecnología, sin posibilidad de negociación, a las empresas locales. «Si los actores mundiales no respetan las reglas, existe riesgo de que el sistema se hunda», vaticinó Malmstrom.A su vez el ejecutivo comunitario sigue manteniendo que Pekín no respeta las normas de sobreproducción metalúrgica.
Bruselas está preparada para la guerra contra Washington y anuncia que su respuesta será «proporcional». El ejecutivo comunitario ha elaborado con detenimiento la lista de productos estadounidenses susceptibles de subidas arancelarias y que envió a la Organización Mundial del Comercio hace un mes. El ejecutivo comunitario está en contacto con las capitales europeas para apuntalar la ofensiva que podría entrar en vigor en los próximos días. La primera lista consta de 186 productos con un potencial castigo de 2.800 millones de euros ya que sufrirán una subida en las tarifas arancelarias del 25%. Los Veintiocho discuten ahora qué productos elegir de este listado e incluso puede optar por una ofensiva escalonada midiendo los riesgos. Por si esto no fuera suficiente, ha preparado un segundo listado de 163 productos por valor de 3.600 millones.
La Alta Representante de Exteriores de la UE, Federica Mogherini, tras reunirse ayer con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, se negó a emplear el término de guerra comercial y defendió que los aranceles que impondrá la UE serán «proporcionados». Bruselas seguirá colaborando con Washington en otros asuntos, dijo, pero «tiene que defender sus intereses».
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