
Aranceles
Bruselas intenta evitar una guerra comercial de 81.000 millones de euros anuales
El comisario Sefcovic reanudará este viernes las negociaciones con Washington
Bruselas intenta hacer equilibrios entre la firmeza y la mano tendida. De hecho, las negociaciones entre la UE y Estados Unidos no han concluido sino que son mas necesarias que nunca, tras el anuncio realizado este miércoles por parte de Donald Trump de gravar un 20% de las exportaciones europeas. Por eso, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, mantendrá un primer contacto por videoconferencia este viernes para evitar una cruenta guerra comercial.
Si se contabilizan todas las medidas tomadas por Trump (acero y aluminio, vehículos y el 20% anunciado este miércoles), fuentes diplomáticas consideran que el impacto máximo será de 81.000 millones de euros al año. Las mismas fuentes aseguran que esto es un “salto enorme”, pero a su vez reconocen que estos datos no tienen en cuenta la contracción de las exportaciones que puede derivarse de estas nuevas medidas. Precisamente Trump justifica este tipo de subidas en la necesidad de incentivar la producción estadounidense y frenar la globalización.
En sus anteriores viajes a Washington Sefcovic abrió la puerta a bajar los aranceles de ciertos productos estadounidenses y fuentes diplomáticas señalan que esta oferta sigue sobre la mesa, aunque no dan demasiados detalles. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un comunicado emitido la madrugada del jueves desde Uzbequistan ha asegurado que las subidas arancelarias anunciadas este miércoles por parte de Donald Trump tendrán “consecuencias inmensas” que se “sentirán de manera inmediata” y que “perjudicarán particularmente a los ciudadanos más vulnerables” además de traer el “caos” al comercio global. Según la política alemana, “ las consecuencias serán funestas para millones de personas”.
Pero el comunicado de la presidenta del Ejecutivo comunitario no solo se limita a señalar un escenario casi apocalíptico de subidas de precios en medicinas y comestibles, la posibilidad de interrupciones en la cadena de suministro y el incremento de la burocracia sino también a intentar que éste nunca tenga lugar. La Comisión Europea está ultimando la lista de bienes que estarán sujetos subidas arancelarias como respuesta a los incrementos de Donald Trump al acero y al aluminio y que entraron en vigor el pasado 12 de marzo. Según aseguran fuentes diplomáticas, la votación entre las capitales europeas para dar luz verde tendrá lugar el próximo día 9 y entrarán en vigor el día 15.
Además, la UE prepara nuevas medidas tras los anuncios de este miércoles, pero solo “si las negociaciones fracasan”, según el comunicado de Von der Leyen. La Unión Europea está dispuesta a seguir en contacto con la Administración estadounidense ya que “no es demasiado tarde para abordar preocupaciones” y “siempre trabajaremos en reducir barreras, no en levantarlas”. Por eso el comunicado de la presidenta de la Comisión Europea apela a “movernos de la confrontación a la negociación”.
En última parte del texto, Von der Leyen ya no se dirige al otro lado del Atlántico sino a los propios ciudadanos europeos a los que les asegura que “Europa tiene todo lo que necesita para atravesar la tormenta” y anuncia una serie de diálogos con los sectores más afectados que comenzarán ya este próximo lunes. Además, también destaca la necesidad de preservar la unidad. Uno de los grandes interrogantes es si esta contienda comercial mantendrá a los Veintisiete como una sola voz o comenzarán las discrepancias.
Von der Leyen ha utilizado un tono en este comunicado bastante más suave que el del discurso pronunciado este martes desde el hemiciclo de Estrasburgo cuando avisó de que Europa “tenía todos los instrumentos sobre mesa” para contraatacar a Trump. Unas palabras que fueran interpretadas como una amenaza de utilizar por primera vez el conocido como instrumento anti-coerción aprobado en el año 2023 que permite atacar a la línea de flotación de la economía estadounidense: los servicios vinculados al sector financiero y los grandes gigantes tecnológicos.
Fuentes diplomáticas sostienen fuera de micrófono que efectivamente se están barajando todos los escenarios, pero no quieren adelantar si se utilizará este instrumento ya que prefieren centrarse en las negociaciones y en evitar esta situación. “Golpearemos allá donde duela”, sostienes fuentes diplomáticas en referencia los productos a los que aplicar posibles tarifas arancelarias. Bruselas está estudiando qué bienes incluir en la lista para no perjudicar su propia economía. “Elegiremos los productos en los que haya suministradores alternativos. No vamos a hacer como ellos que han impuesto tarifas al café y a los plátanos a pesar de no tener producción interna”, explican las mismas fuentes.
De momento, parece claro que Bruselas no incluirá en la primera tanda de sanciones que entrará en vigor el próximo día 15 al bourbon estadounidense, tal y como hizo en 2018. Francia pidió no hacerlo para no perjudicar a su champán y parece que ha obtenido resultados. Trump este miércoles no anunció un incremento del 200% de arancel al vino y al champán, tal y como había amenazado.
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