Capriles busca un acuerdo por la «reconciliación»

La oposición venezolana, agrupada en torno a la Mesa de Unidad Democrática (MUD), siempre ha dicho que prefería derrotar a Hugo Chávez en las urnas y no que se lo llevara una enfermedad. Por este motivo, ahora tiene que comenzar una nueva etapa, con Henrique Capriles al frente de una campaña en la que el chavismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), parte con ventaja. El carismático Chávez era un rival muy difícil, pero tampoco hay que subestimar a su «número dos», Nicolás Maduro. Capriles, de 40 años y gobernador de Miranda, se presenta como un centrista que ve las políticas económicas y sociales de Brasil como modelo, aunque una última encuesta desvela que en caso de una contienda contra Maduro, éste le ganaría con un 56% de los votos. Estas cifras y la «excesiva condescendencia» con la que Capriles se ha referido al Gobierno desde que Chávez partió a La Habana han sido criticadas entre los opositores.

Sin embargo, Delsa Solórzano, vicepresidenta del partido Un Nuevo Tiempo, apeló a la unidad y a la calma: «Ya habrá tiempo para hacer política y campaña electoral». A su juicio, en la coalición de partidos opositores «pensamos distinto, pero estamos unidos por un mismo objetivo. En las próximas horas –añadió–, nos tenemos que poner de acuerdo en muchas cosas. Estamos en un proceso de discusión», incluido el nombre del candidato. Según el portavoz en España de la MUD, Luis Eduardo Manresa, lo importante no es la estrategia, sino lo que se plantea para Venezuela. «Ofrecemos el cambio, un camino a la democracia. No vamos contra nadie, si no que vendemos un buen proyecto de reconciliación: sin odio y sin violencia». Manresa recuerda a LA RAZÓN los 6,5 millones de electores que votaron por Capriles «porque es un buen candidato que lo ha dado todo por el país», y advierte de que no es el momento de aspiraciones políticas personales, sino de «centrarse en un objetivo común, mejorar Venezuela».

En este sentido, Fran Carrillo, asesor político y director de la Fábrica de Discursos, cree que «la estrategia de la oposición debe basarse en fijar la figura de Capriles como el presidente de la Venezuela del futuro con un mensaje más integrador, diferenciado y personalizado». Según Carrillo, el discurso deberá «ser batallador contra la figura de Maduro, haciéndole responsable de la Venezuela insegura, sin separación de poderes, con miseria en las calles y sin futuro claro. Construir una realidad poderosa basada en regenerar las ilusiones perdidas tras 14 años de oficialismo autoritario». El asesor político da como consejo clave en la futura estrategia de la oposición el excluir a Chávez del discurso, pues en caso contrario, provocará la movilización de los chavistas no bolivarianos en su contra. «El 44% de los venezolanos optó por el gobernador de Miranda porque estaba harto de tanto odio», menciona Carrillo, quien alabó el discurso de Capriles, porque habló «de unidad y solidaridad con la familia de Chávez. Me pareció un discurso de hombre de Estado: moderado y sensato. Y Maduro así lo reconoció».

Expectación en el exilio

Integrar a todos

Algunos representantes de la oposición venezolana reclamaron ayer al Gobierno que convoque un diálogo integrador de todos los «factores», en busca de superar las divisiones sociales tras la muerte de Chávez.