...Con hoteles sin acabar, obras en el aeropuerto y estercoleros

Moscú- La inversión en Sochi ha sido de-sorbitada, sin embargo, los expertos aseguran que más de la mitad de lo presupuestado ha ido a parar a bolsillos ajenos antes que al objetivo marcado. Así, a dos días de comenzar la cita olímpica surgen las protestas de los deportistas, los ecologistas y los vecinos de Sochi. Éstos son los principales fiascos olímpicos de Rusia.

750 HABITACIONES A MEDIAS

Las delegaciones y los deportistas que ya están en la villa olímpica se han quejado del estado de las habitaciones, en algunos casos a medio terminar de equipar o incluso construir. «Yo soy un gran viajero y sé cómo puede llegar a ser de desagradable encontrarte sin habitación tras un largo viaje. Todos los Juegos son una contrarreloj, pero podemos decir que nadie se ha quedado sin cobijo», comentó ayer el presidente del COI. Pero lo cierto es que a la organización le ha pillado el toro y unas 750 habitaciones en la villa olímpica se han quedado sin terminar. A lo que habría que sumar defectos de construcción y diseño, como instalar dos wáteres en paralelo.

Tampoco han concluido las obras del aeropuerto que recibirá a las personalidades y deportistas de la cita.

MATANZA ANIMAL

Las autoridades de Sochi han ordenado matar a todos los perros callejeros para hacerlos desaparecer de la ciudad durante los Juegos. Para ello se ha encargado el trabajo a una empresa especializada en control de pestes, en vez de construir perreras como prometieron.

VERTEDEROS ILEGALES

A pesar de que el Gobierno se comprometió con el COI a elaborar un plan de residuos, la realidad es que los alrededores de la ciudad olímpica se han convertido en improvisados estercoleros. Así, por ejemplo, el río Mazymta, del que se surten los habitantes de Sochi ha sido contaminado por los desperdicios arrojados en sus alrededores. También se han levantado dos vertederos en el Parque Nacional de Sochi, cerca de Akhshtyr –zona en la que el polvo de las obras ha acabado con las zonas de cultivo–, donde los camiones han estado arrojando durante meses neumáticos, sprays y bloques de hormigón.