Daesh publica biografías de antiguos militares de Al Qaeda que se han unido a Bagdhadi

Inserta en “Naba” la historia de un yihadista sudanés muerto que prefirió ser mujaidín que universitario

Daesh está dispuesto a acabar con Al Qaeda mediante la utilización de todos los métodos posibles, incluidos los mediáticos. En el último número de la revista semanal, incluye la biografía de un sudanés, Abu Assem, que, según cuentan, tras una estancia en la cárcel por razones yihadistas, tuvo que elegir entre Al Qaeda y el Estado Islámico y optó por esta banda terrorista porque, sencillamente, es “más creíble para los musulmanes”.

El hecho de que Daesh conceda dos páginas a este individuo, que ha debido fallecer (“sea aceptado por Dios”, dicen), demuestra hasta qué punto Abu Bark Bagdhadi se ha marcado como objetivo prioritario borrar de la faz de la tierra a su rival yihadista.

Reconocen que durante su encarcelamiento, como ocurre en otros tantos casos, se radicalizó y, pese a los castigos, logró “ ver la verdad”.

Aunque sus padres insistieron en que siguiera sus estudios universitarios de Ingeniero Informático, prefirió a los mujahidines, en quienes “encontró fe y honestidad (...) Tomó el camino de la yihad y la estabilidad (...) al salir de prisión, el Estado Islámico estaba en su apogeo, la batalla contra la alianza cruzada”.

Daesh, la misma banda terrorista que cuando deja enemigos heridos pide a Alá que “acelere su destrucción”, dedica ahora a sus “mártires” grandes elogios, sobre todo si antes han militado en Al Qaeda.

Forma parte también de la estrategia para subir la “moral de la tropa”: odio cerval al enemigo, el “honor” para los propios y todo bajo la “bendición” de Alá que es el que, según ellos, ampara tanto crimen y atrocidad.

Según la traducción obtenida del texto publicado en árabe en su boletín interno, este individuo luchó contra los cristianos del sur de Sudán”. Y, posteriormente, en otras partes del mundo.

De su biografía, dicen que nació en Sudán; “creció en sus aldeas y se mudó. Su familia fue el Corán y ellos son de su familia. Assem vivió en un buen ambiente y verdadera compañía. Guardó con ellos el Corán y aprendió lecciones sobre el amor a la yihad. El camino de Alá y la oración por los musulmanes. Y sintiendo sus tragedias en Chechenia, Bosnia, Kosovo y Afganistán”.