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Decenas de miles de personas reciben a Erdogan a su llegada al aeropuerto de Estambul

Decenas de miles de personas han acudido en la noche del jueves al aeropuerto de Estambul para recibir al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, tras su gira diplomática de cinco días en el norte de Africa

y mostrarle su apoyo en medio de las múltiples manifestaciones contra su Gobierno.

Los participantes en el acto han coreado cánticos a favor de la Policía, que ha estado en el centro de las críticas por el excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes, y de Erdogan. Asimismo, han hecho llamamientos en favor de "la estabilidad, la paz, el orden

y la fraternidad".

La mayoría de los ministros del Ejecutivo han estado también presentes en la recepción, para la que se ha preparado un autobús descapotable desde el que Erdogan se ha dirigido a los presentes, según ha informado el diario turco 'Today's Zaman'.

"Hemos permanecido firmes, pero nunca hemos sido tercos (...) Estamos juntos, unidos, somos hermanos", ha dicho Erdogan, según ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.

Así, ha solicitado a la población que se distancie de las protestas y ha asegurado que los participantes en las mismas han asaltado tiendas y dañado negocios. "Pido el fin inmediato de las manifestaciones, que han perdido sus credenciales democráticas y se han convertido en vandalismo", ha agregado.

En respuesta, algunos de los presentes han solicitado a Erdogan que se les permita ir a "aplastar Taksim", a lo que el primer ministro ha respondido haciendo un llamamiento a la calma y pidiendo

a los presentes "que vayan a casa", según ha informado la cadena de televisión británica BBC.

Por último, ha subrayado que las acusaciones contra la Policía por el excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes serán investigadas.

Actos contra el Gobierno

Por su parte, decenas de miles de personas han celebrado un acto en memoria de los tres manifestantes fallecidos a causa de la represión de las manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad en una jornada que ha marcado su décimo días desde el inicio de las protestas.

Durante la ceremonia, los presentes han gritado 'Vive' después de que se anunciara el nombre de cada uno de los fallecidos a través de un megáfono. Asimismo, se han colocado claveles en frente de los carteles redactados en su honor.

El primer fallecido fue Mehmet Ayvalitas, de 20 años de edad, que murió tras ser atropellado por un vehículo durante las protestas en Estambul. Posteriormente, Abdulá Comert, de 22 años, murió a causa del impacto de un bote de gases lacrimógenos en su cabeza en Antakya. Por último, Ezem Sarisuluk murió tras ser tiroteada por un agente de Policía en Ankara.

A estos manifestantes se suma la muerte de un agente de Policía como consecuencia de las heridas sufridas al caer de un puente mientras perseguía a participantes en una protesta antigubernamental en la provincia de Adana (sur).

El ministro del Interior, Muamer Guler, ha cifrado en 915 el número de personas ingresadas en hospitales en el marco de las manifestaciones y ha indicado que 79 siguen recibiendo tratamiento, si bien la cifra de heridos supera los 3.000. Además, ha asegurado que 516 agentes de las fuerzas de seguridad han resultado heridos durante las protestas.

Durante la jornada, un grupo de académicos ha celebrado una marcha hasta la plaza Taksim, epicentro de las protestas en Estambul, para mostrar su apoyo a los manifestantes y condenar la represión policial. Asimismo, un grupo de artistas se ha concentrado en el parque Gezi tras un acto en la plaza Galatasaray.

"Hemos venido para demostrar que estamos al lado de los manifestantes y que creemos que esta lucha es justa. Como actores, pintores y artistas, apoyamos a los manifestantes", ha dicho el músico Alí Riza Binboga.

Los críticos acusan al Gobierno que lidera Erdogan de ser el causante de los problemas que sufre estos días el país por haber arremetido contra los manifestantes en los primeros días de movilizaciones y por haber intentado vincularlos con el terrorismo.

La Policía empleó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes, lo que provocó que las protestas derivaran en enfrentamientos y, posteriormente, se extendieran a otras ciudades.