Refugiados
Detienen a la capitana del ‘Sea Wach 3’ tras atracar sin permiso en Lampedusa
Tras llevar más de 48 horas atracada frente a la costa italiana, la capitana decidió “llevar a más de 40 personas a un lugar seguro”
Tras llevar más de 48 horas atracada frente a la costa italiana, la capitana decidió “llevar a más de 40 personas a un lugar seguro”
La imagen de la capitana de la ONG alemana «Sea Watch», Carola Rackete, esposada y rodeada de agentes de la Guardia de Finanzas es el último hito de la política antiinmigratoria del Gobierno italiano. La activista, que había ignorado ya las advertencias de las autoridades de no entrar en sus aguas territoriales, volvió a desafiar al Gobierno al atracar en el puerto de Lampedusa para desembarcar a 40 migrantes que llevaban a bordo más de dos semanas.
En la maniobra chocó incluso con un barco de la Guardia de Finanzas, por lo que ya ha sido acusada de «resistencia o violencia contra una nave de guerra», un delito que prevé penas de tres a 10 años de cárcel. Rackete fue interrogada y ahora permanece en arresto domiciliario, a la espera de que abran contra ella un juicio, que podría desarrollarse por vía rápida. La capitana ha pasado de heroína a mártir para un sector de la opinión pública contraria a la política migratoria del Gobierno, mientras Matteo Salvini celebró el desenlace.
«Comandante fuera de la ley arrestada. Barco pirata secuestrado. Maxi-multa a la ONG extranjera. Todos los inmigrantes distribuidos en otros países europeos», fueron las primeras palabras del ministro del Interior. El líder ultraderechista expresó además su «solidaridad a las mujeres y hombres de las fuerzas del orden que han arriesgado su vida» en lo que calificó de «acto de guerra» por parte de la capitana del barco. Los militares italianos que prestaron declaración tras el arresto dijeron que Rackete no había hecho nada por evitar el choque con ellos, lo que podría servir de agravante. Se especula además con que podría ser inculpada por intentar hundir el buque italiano y se da por hecho que será acusada por favorecer la inmigración ilegal.
Según el último decreto aprobado por el Gobierno, la ONG deberá afrontar una multa de al menos 10.000 euros, que podría ascender hasta 50.000 si no se paga de forma inmediata, y el barco será requisado. Mientras tanto, los migrantes fueron identificados en un centro de Lampedusa y serán repartidos en distintos países europeos.
El primero en mostrar expresamente su disposición para acoger a diez de ellos ha sido Francia. «Es erróneo afirmar que la UE no ha demostrado solidaridad con Italia y además ahora el Gobierno italiano, con el cierre de sus puertos en violación del Derecho Internacional del mar, está adoptando soluciones no consensuadas con sus socios europeos», expresó el ministro del Interior francés, Christophe Castaner. Tampoco se hizo esperar la respuesta de Salvini, quien dijo que no acepta «lecciones de Francia». Desde hace meses los desembarcos en Italia se han reducido casi a cero, por lo que el líder ultraderechista no ha podido seguir su estrategia de confrontación en este terreno que ahora recupera. El ministro del Interior extendió su advertencia a otras ONG que están ahora mismo en el Mediterráneo, como la española Proactiva Open Arms, a las que les avisó de que en caso de acercarse a Italia con migrantes rescatados recibirán el mismo trato que «Sea Watch».
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