Tres militares estadounidenses murieron este domingo –además de que entre 25 y 34, según las fuentes, resultaron heridos— como resultado del ataque perpetrado por una milicia proiraní con un dron contra un pequeño puesto de avanzada estadounidense en Jordania –y próximo a territorio sirio—, según revelaron las Fuerzas Armadas norteamericanas.

“Mientras recabamos datos sobre el ataque sabemos que fue llevado a cabo por grupos militantes radicales apoyados por Irán que operan en Siria e Irak”, afirmó, por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden. “Los tres estadounidenses perdidos fueron patriotas en el sentido más elevado. Y su sacrificio definitivo nunca será olvidado por nuestra nación (…) No tengan dudas de que los responsables rendirán cuentas en el momento y la manera que determinemos”, zanjó el mandatario.

Transcurridos 114 días desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, el conflicto en varios frentes simultáneos abierto en Oriente Medio entró ayer en una nueva y desconocida etapa en su escalada con las primeras bajas militares estadounidenses. El enfrentamiento directo entre EEUU e Irán está cada vez más cerca.

“Tres militares estadounidenses han muerto y 25 han resultado heridos en un ataque de un sistema aéreo no tripulado de una dirección que impactó contra una base en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria”, reportaba, por su parte, el Mando Central militar estadounidense (CENTCOM) en un comunicado. Las identidades de las víctimas no se han hecho públicas “por respeto a las familias” y en concordancia con la política del Departamento de Defensa. Esperarán hasta 24 horas después de haber notificado a sus familiares.

Fuentes militares citadas por la cadena de televisión estadounidense CNN aseveraron que el ataque se produjo en la base denominada Tower 22. El gobierno de Jordania, un país que Estados Unidos ha utilizado durante mucho tiempo como punto de base para unos 3.000 soldados, ha dicho que el ataque ocurrió fuera de sus fronteras.

El de la noche del sábado fue el primer ataque llevado a cabo por entidades apéndices de Teherán en Siria e Irak que se salda con víctimas mortales estadounidenses –al menos reconocidas por Washington— contando a partir de la matanza de Hamás el 7 de octubre. Desde la matanza terrorista de los islamistas suníes en suelo israelí, ha habido 158 ataques contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Irak y Siria con drones, cohetes y misiles.

Por su parte, los medios oficiales del régimen iraní daban cuenta en la mañana de ayer, sin precisar sobre la existencia de víctimas ni sobre su autoría, del ataque sufrido por la base estadounidense de Rukban, en Siria y fronteriza con Jordania.

Horas después, la agrupación de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak reivindicaba el ataque. La milicia Al Nujaba, una de las más prominentes de la Resistencia Islámica en Irak, celebró en un comunicado varios ataques que la agrupación lanzó este domingo contra posiciones de EEUU en Siria e Irak. "Esta operación es una pequeña introducción al infierno de las operaciones de la Resistencia Islámica en Irak", amenazó la milicia en la nota.

Irán, potencia mundial de drones

Casualmente o no, otra nota de la misma agencia estatal de noticias iraní celebraba este domingo por boca del coordinador adjunto al Ejército de Irán, Habibolá Sayari, que el régimen de los ayatolás es “una potencia mundial en la producción de drones”. “Gozamos de drones con capacidades de reconocimiento, combate y destrucción, así como los drones que pueden transportar misiles, o sea, diferentes tipos de bombas o sistemas de interferencia electrónica”, afirmó Sayari. La nota ponía además en boca de Sayari que cualquiera que sea la amenaza que afronte Teherán, “nuestros drones la responden y, me atrevo a decir que no nos sorprenderán tecnológicamente amenazas del futuro”.

El ataque del sábado contra la base estadounidense en Jordania se produjo solo horas después de un nuevo bombardeo estadounidense contra los hutíes, grupo rebelde chií apoyado por Teherán, en Yemen. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM, en inglés) había informado el viernes del ataque a un misil antibuque controlado por los insurgentes hutíes en Yemen que estaba “preparado para ser lanzado” hacia el mar Rojo.

“El 27 de enero, aproximadamente a las 3.45 h am (hora de Sanaa), las Fuerzas del Comando Central de los Estados Unidos llevaron a cabo un ataque contra un misil antibuque hutí dirigido hacia el mar Rojo y que estaba preparado para ser lanzado”, publicó el comando en su perfil oficial de X.

La "guerra de los siete frente"

Desde que comenzara la ‘guerra de los siete frentes’ en el tapete de Oriente Medio las autoridades de la República Islámica han negado siempre su implicación directa en las acciones bélicas –a la vez que las celebraron— perpetradas por sus distintas fuerzas proxy, desde Hizbulá en el Líbano hasta los hutíes en Yemen pasando por Hamás o las distintas milicias chiíes repartidas por los territorios de Siria e Irak.

Entretanto la temperatura seguía elevándose en la confrontación entre Irán y Estados Unidos, varias potencias internacionales trabajan con intensidad en las últimas horas con objeto de lograr una tregua en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Los jefes de la Inteligencia de Israel, EEUU y Egipto, así como el primer ministro de Catar, se reunirán en las próximas horas en París en torno a un plan para el alto el fuego en dos fases.

Con arreglo a la propuesta, en un primer período habrán de cesar las hostilidades entre las FDI y Hamás, y en él la organización islamista palestina tendrá que poner en libertad a mujeres, ancianos y heridos. Durante los primeros 30 días de tregua Tel Aviv y Hamás habrían de pactar los términos de un segundo intercambio de rehenes que atañería esta vez a soldados de las Fuerzas de Defensa y varones. A su vez, Israel se vería comprometido a aumentar la ayuda humanitaria en Gaza.

Está previsto que el director del Mosad, David Barnea; el del Shin Bet, Ronen Bar –agencias israelíes de Inteligencia exterior e interior respectivamente—; y el mayor general Nitzan Alon, designado comisionado del gobierno israelí para la cuestión de los rehenes se reúnan con el director de la CIA, William Burns, el jefe de la Inteligencia de Egipto, Abas Kamel, y el primer ministro de Catar, Mohamed bin Abderrahman Al Thani, que negocia en nombre de Hamás.

Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo de tregua durante una semana, entre el 24 y el 30 de noviembre, que frenó los combates y permitió el canje de 105 rehenes –incluidos extranjeros— por la excarcelación de 240 presos palestinos; algo que no se ha repetido desde entonces. En total han salido del territorio gazatí un total de 110 rehenes vivos y las tropas israelíes han recuperado los cadáveres de 11 cautivos muertos, incluidos tres que el Ejército mató por error. Quedan dentro de la Franja entre 132 y 136 rehenes secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre, de los que se estima que 25 podría estar muertos; además de cuatro cautivos retenidos en el enclave desde hace años, dos de ellos soldados muertos.