Estados Unidos
EE UU deja de entrenar a los rebeldes en Siria
Obama pone fin al programa del Pentágono para formar un «ejército sirio» contra el Estado Islámico y reconoce su fracaso. Sirios enrolados en el proyecto se unieron a las filas de Al Nusra
Obama pone fin al programa del Pentágono para formar un «ejército sirio» contra el Estado Islámico y reconoce su fracaso. Sirios enrolados en el proyecto se unieron a las filas de Al Nusra
El presidente norteamericano, Barack Obama, nunca estuvo convencido del programa de entrenamiento y equipamiento del Pentágono para formar una fuerza rebelde siria que combatiese sobre el terreno al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Nunca lo vio claro. Ayer se anunció que la Administración de Estados Unidos ha puesto fin al proyecto para entrenar y equipar a los rebeldes sirios, que contaba con un presupuesto de 500 millones de dólares (440 millones de euros). En el Pentágono, se precisaba que la decisión es «temporal». Nadie quería utilizar ayer la palabra «abandono». Pero, lo cierto es que este anuncio supone la confirmación oficial de que han fracasado los esfuerzos para formar fuerzas de combate sirias capaces de enfrentarse a los terroristas del Estado Islámico.
Este cambio se produce en paralelo a la decisión del presidente Obama de imprimir el enésimo giro en la estrategia siria que pasaría por el suministro de forma directa de munición y armas a determinados grupos de la oposición del régimen de Bachar al Asad sobre el terreno. Además, plantea la idea de aumentar la campaña desde el aire para beneficiar a estos grupos rebeldes. «Tengo la confianza de que una derrota de ISIL en Siria dependerá en parte del éxito de las fuerzas sobre el terreno que sean locales, estén motivadas y capacitadas. Creo que los cambios que se han impuesto hoy aumentarán el poder del combate contra las fuerzas contra ISIS en Siria», indicó el jefe del Pentágono Ashton Carter en un comunicado ayer por la mañana, al tiempo que se reunía en Londres con su homólogo británico Michael Fallon para tratar la cuestión de Siria. El cambio de estrategia incluye el establecimiento de contactos con los clanes y tribus suníes en una «coalición árabe siria» que se sume a las fuerzas kurdas sirias para luchar contra los terroristas del Estado Islámico.
En este sentido, Carter ha ordenado al departamento de Defensa «proporcionar equipos y armas a un grupo selecto de líderes y unidades examinados para que puedan adentrarse en el territorio que todavía controla ISIL (por el grupo terrorista Estado Islámico)». El objetivo es que el nuevo programa entre en vigor en los próximos días. También precisó que se mantendrá un programa de entrenamiento mínimo dirigido más a las élites y no a la creación de un «ejército anti ISIS». Esto significa que ya no viajarán más rebeldes sirios moderados a Jordania, Catar, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos para su formación militar. La suspensión del programa de entrenamiento viene a confirmar lo que muchos militares y funcionarios de la Administración Obama han ido expresando en voz más o menos baja: que el programa no funciona. Durante los cinco años de conflicto en Siria, los funcionarios norteamericanos han tenido serias dificultades para identificar los grupos que operan en Siria y, sobre todo, establecer en quién Washington podía confiar. El plan arrancó de forma oficial en diciembre para preparar más de 5.000 hombres para este año, y 15.000 en los próximos tres cursos. En cambio, hubo un mes en que no se había formado a más de cuatro o cinco combatientes.
Con todo, el programa suspendido no tiene ninguna vinculación con las actividades de los espías de la CIA sobre el terreno, los cuales llevan a cabo otro tipo de operaciones. Estos agentes han armado y trabajado con otros grupos, los cuales ahora luchan contra unidades del ejército sirio respaldado estos días desde el cielo por aviones rusos. Hace una semana, cuatro senadores, tres demócratas, Christopher S. Murphy de Connecticut, Joe Manchin III de Virginia Occidental y Tom Udall de Nuevo México, y uno republicano, Mike Lee de Utah, escribieron una carta al departamento de Estado, Pentágono y CIA en la que criticaban el despilfarro de los impuestos de los estadounidenses. «El Programa de Entrenamiento y Equipamiento de Siria va más allá que el mero uso ineficiente de los dólares del contribuyente. Como muchos de nosotros advertimos, ahora ayuda a las fuerzas que queremos vencer», criticaron los cuatro miembros de la Cámara Baja en referencia a que parte de los sirios entrenados en este programa le entregaron sus equipos al grupo de Al Qaeda en Siria, Frente Al Nusra.
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