Estados Unidos
EE UU efectuará una «investigación completa» sobre el ataque al hospital
Nueve miembros de Médicos Sin Fronteras han muerto y otras 30 personas permanecen desaparecidas. Estados Unidos ha abierto una investigación.
El Gobierno de Estados Unidos realizará una "investigación completa"para aclarar lo ocurrido en la ciudad afgana de Kunduz, donde presuntamente la aviación de ese país bombardeó hoy un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) y causó la muerte de al menos 12 miembros de su personal y 7 pacientes.
El secretario estadounidense de Defensa, Ash Carter, dijo hoy que no podía dar detalles del incidente, pero indicó que se llevará a cabo "una investigación completa"en colaboración con las autoridades afganas para averiguarlo.
"La zona ha sido escenario de intensos combates de los últimos días. Las fuerzas estadounidenses en apoyo de las Fuerzas de Seguridad afganas estaban actuando cerca, al igual que los combatientes talibanes", añadió.
"Aunque todavía estamos tratando de determinar exactamente lo que pasó, quiero expresar mis pensamientos y oraciones a todos los afectados", dijo Carter, quien agregó que Estados Unidos continuará trabajando con sus socios afganos para poner fin a la violencia que vive Kunduz.
Las imágenes difundidas tras el ataque, en el que, según fuentes oficiales afganas, murió también una decena de "terroristas", mostraban parte del centro sanitario calcinado, mientras los supervivientes se amontonaban en las zonas que no habían sido dañadas.
Por su parte, el coronel Brian Tribus, portavoz de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, confirmó en un comunicado que llevaron a cabo un ataque aéreo en Kunduz a las 02.15 hora local (21.45 GMT del viernes), momento en que MSF asegura que comenzaron los bombardeos.
Según Tribus, el ataque estaba dirigido "contra individuos que amenazan a las fuerzas"estadounidenses, y "pudo haber causado daños colaterales en un centro médico cercano".
"El bombardeo continuó durante más de 30 minutos después de que las autoridades militares estadounidenses y afganas fueran informadas en Kabul y Washington", denunció MSF, que aclaró que todas las partes en conflicto conocían sus coordenadas exactas.
El hospital, el único con servicios de traumatología y cirugía en toda la región y en el que trabajaban 80 miembros de MSF, atendía a un centenar de pacientes en el momento del bombardeo.
Además de los 19 civiles fallecidos, el bombardeo dejó 37 heridos, 16 de ellos pacientes, y 19 miembros de MFS, de los cuales cinco se encuentran en estado crítico, según el balance provisional de la organización.
Por su parte, la ONU consideró que si un tribunal estableciera que el ataque de hoy fue deliberado, esto constituiría un crimen de guerra.
El Gobierno afgano ha admitido el ataque contra el centro médico, pero lo ha justificado señalando que allí se ocultaban miembros de los talibanes, que recientemente tomaron el control de Kunduz y que ahora afrontan una contraofensiva del ejército apoyado por Estados Unidos.
"Fue terrible ver la pérdida de vidas de médicos de MSF (por el bombardeo), pero lamentablemente los terroristas decidieron ocultarse en el hospital", afirmó el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Seddiq Seddiqi, en una rueda de prensa en Kabul.
El bombardeo se produjo en el marco de la toma de Kunduz el pasado lunes por los talibanes, la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron sacados del poder en 2001, y la posterior reconquista el jueves de la ciudad por parte de las tropas afganas, con apoyo aéreo estadounidense.
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