Papel

El «apagón» del Gobierno amenaza de nuevo a EE UU

Los líderes demócratas plantan a Trump en la Casa Blanca tras los ataques del presidente, que ve peligrar los apoyos a su reforma fiscal.

El presidente Donald Trump recibió el lunes en la Casa Blanca a un grupo de nativos americanos
El presidente Donald Trump recibió el lunes en la Casa Blanca a un grupo de nativos americanoslarazon

Los líderes demócratas plantan a Trump en la Casa Blanca tras los ataques del presidente, que ve peligrar los apoyos a su reforma fiscal.

Donald Trump prosigue sus contactos con el Capitolio para sacar adelante su reforma fiscal. En su punto de mira, estaban los senadores republicanos, que muestran dudas sobre la reforma fiscal por el aumento de déficit que provocarían los recortes de impuestos. Sobre todo con los más críticos, Susan Collins, Lisa Murkouski, Bob Corker, de Tennessee, John Flake, John McCain, Steve Daines y Ron Johnson.

Sin embargo, ayer a mediodía se cambió el guión cuando los líderes de la minoría demócrata en el senador, Chuck Schumer, y la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, decidieron cancelar su asistencia a la reunión por un comentario del presidente en Twitter. «Reunión con Chuck y Nancy hoy para mantener el gobierno abierto y trabajar. El problema es que quieren que los inmigrantes ilegales vengan a nuestro país sin comprobaciones, son débiles contra el crimen y quieren AUMENTAR los impuestos. No veo ningún trato», escribió el líder republicano. Precisamente, en un encuentro con ellos en septiembre se alcanzó un acuerdo sobre el aumento del límite de deuda del Gobierno y una ley de gasto temporal hasta el 8 de diciembre, la nueva fecha límite para evitar el cierre federal.

Durante esos días, su acuerdo provocó que se empezase a especular en Washington sobre un posible futuro con leyes aprobadas con el consenso de los demócratas, a los que Trump entonces prometió que protegería a los inmigrantes indocumentados que habían llegado de niños a EE UU, los conocidos como «dreamers». Sin embargo, la decisión de Trump de revertir el decreto del presidente Barack Obama que evitaba, precisamente, la deportación de estos irregulares provocó las dudas de los demócratas sobre las intenciones del presidente de cumplir su palabra.

Por todo ello, en esta ocasión, Schumer y Pelosi imponen como condición a su apoyo que la Casa Blanca apoye a los «dreamers».

En otras palabras, la caravana de Trump llegó ayer a la Cámara Alta para presionar a sus senadores, mientras al mismo tiempo Schumer se dirigía a su Cámara para explicarles por qué había cancelado su reunión. «El presidente no está interesado en trabajar con la otra bancada», explicó el portavo demócrata, que aseguró ante los senadores demócratas que al presidente no le importa que el Gobierno se quede sin fondos a partir del 8 de diciembre.

Por todo esto, el inoportuno arranque de Trump contra los líderes de la minoría demócrata se produjo después de que los senadores republicanos le expresasen sus dudas ante la reforma de impuestos. Su duro mensaje se puede interpretar como una estrategia para calmar a los senadores preocupados por el déficit que provocaría la reforma fiscal y el aumento del techo de gasto, necesario para la ley temporal para evitar el «apagón» del Gobierno. «La invitación del presidente a los líderes demócratas se mantiene y [Trump] les anima a que dejen a un lado sus nimiedades y las fanfarronadas políticas», aseguró la portavoz de la Casa Blanca.

En un principio, estaba previsto que la reunión que anularon ayer Schumer y Pelosi sentase las bases para mantener la Administración abierta y establecer un vía para aprobar una paquete de gasto de un año para financiar, al menos, el Pentágono y las agencias de ayudas nacionales. A esto y las condiciones sobre la protección a los irregulares, se añade la urgencia de encontrar dinero para el programa sanitario infantil, que cubre a más de ocho millones de niños de familias con bajos ingresos. Este plan expiró el 1 de octubre. Algunos estados han empezado a utilizar fondos que todavía no han gastado, pero se quedarán sin dinero a finales de diciembre.