Venezuela sin Chávez
El cáncer de un país
Venezuela ha manejado la evolución médica de Chávez como un auténtico secreto de Estado y ha conseguido algo inaudito como es ocultar durante veinte meses qué tipo de cáncer padecía el presidente.
El Gobierno de Venezuela ha manejado la evolución médica de Hugo Chávez como un auténtico secreto de Estado. Desde que hace veinte meses, un 30 de junio de 2011, el propio presidente anunciara en un discurso televisado que le había sido extirpado en Cuba un tumor, el chavismo ha conseguido algo inaudito como es ocultar qué tipo de cáncer padecía el presidente.
La mala salud del mandatario, con sus contínuas ausencias, no ha sido un obstáculo para que siguiera con sus funciones de presidente. Durante sus estancias en Cuba para recibir tratamiento de quimio y radioterapia, la cúpula del Ejecutivo se trasladó a La Habana para consultar decisiones al presidente, decisiones que en algunos casos fueron adoptadas con el beneplácito de los hermanos Castro. Según este análisis, la elección de Nicolás Maduro como delfín de Chávez la habría sido inducida por los dirigentes cubanos.
Aunque los líderes de la oposición han mantenido un respeto escrupuloso ante la salud del líder, el Gobierno les ha acusado de aprovecharse del cáncer para ganar terreno. Lo cierto es que ha sido el equipo de Maduro el que ha usado la enfermedad de su líder para fortalecer las expectativas de voto del oficialismo en las elecciones presidenciales y regionales de 2012. Una vez que los partidos entraron en campaña, el chavismo sacó de la agenda política la salud de Chávez pese a que su ausencia en actos electorales y su silencio fueron especialmente significativos al tratarse de un político acostumbrado a tuitear asiduamente y a comparecer en la cadena nacional durante horas. La incertidumbre política creció a medida que se acercaban las elecciones presidenciales de octubre pasado. Analistas venezolanos apuntaron en repetidas ocasiones que el Gobierno estaba haciendo trampa al ocultar el deterioro progresivo de la salud de Chávez. Una estrategia similar de manipulación de la enfermedad del presidente se llevó a cabo en las elecciones regionales a mediados de diciembre. En este caso fue mucho más visible puesto que Chávez acababa de ser operado en La Habana por cuarta vez de su cáncer.
Desde su hospitalización el pasado diciembre, el equipo de Maduro ha hecho creer que el presidente seguía al frente del Gobierno, mostrando incluso la firma en el decreto de la devaluación del bolívar. El Ejecutivo también maniobró para sacar del Tribunal Supremo a los magistrados incómodos. Una semanas después de la purga, los jueces del alto tribunal dictaminaron en bloque que no hacía falta que Chávez diera su juramento en una toma de posesión que nunca llegó a producirse por estar el presidente en Cuba luchando para salvar su vida.
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