Represión en Venezuela
El chavismo inhabilita a Corina Machado para las parlamentarias
Maduro anuncia que llevará la «ley mordaza» española a instancias internacionales
La opositora venezolana María Corina Machado, la misma que llamó «ladrón» a la cara a Hugo Chávez en el Parlamento, ha sido inhabilitada por la Contraloría General de la República para ocupar cargos públicos durante doce meses basándose en la Ley Contra la Corrupción. De esta manera, el presidente Nicolás Maduro se quita de enmedio a una incómoda candidata de cara a las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, en las que el chavismo se juega su futuro. Corina Machado –que está imputada por conspiración– fue la diputada que más votos consiguió en los comicios a la Asamblea Nacional de 2010. Durante los últimos años se ha convertido en el azote del Gobierno venezolano, primero con Chávez y ahora con Maduro. Machado es partidaria, junto con los dirigentes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma –ambos privados de libertad– de mantener la presión en la calle contra el Gobierno.
El paso dado ayer por las autoridades venezolanas es la culminación de una estrategia de desgaste que hizo que el año pasado ya fuera desposeída de su escaño, con la consiguiente pérdida de la inmunidad parlamentaria. El pasado 6 de julio se hizo la misma operación para inhabilitar a Daniel Ceballos, ex alcalde de San Cristóbal (capital del estado de Táchira), preso desde hace más de un año. Ceballos había sido designado como candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para las elecciones parlamentarias.
En una comparecencia ante la Prensa, Corina Machado dijo que la causa de su inhabilitación fue que en su declaración jurada como diputada en 2014 no incluyó los cupones de alimentación que formaban parte de su salario, algo que, según dijo ella, «nunca recibí en la Asamblea Nacional». En su respuesta a esta decisión, enfatizó que va «a seguir recorriendo todo el país» y avanzó que se va a presentar a la Asamblea Nacional al margen de lo que ha dictaminado la Contraloría.
La MUD repudió en un comunicado «la persecución feroz, la agresión artera y la cobarde inhabilitación perpetrada por el régimen» contra la ex diputada. Tambien recordó que «ha sido objeto no sólo de agresiones seudolegales, sino incluso físicas. Ha sido vejada, empujada y golpeada, hasta dentro del mismo salón de sesiones de la Asamblea Nacional». La lectura de Corina Machado es que el Gobierno persigue fracturar a la oposición, que según las encuestas ganará los comicios por un gran margen. «Ha comenzado un fraude monumental –dijo ayer–. Cuando se le niega a cientos de miles de estudiantes inscribirse en el registro electoral, hay un fraude; cuando a los empleados públicos se les pretende atemorizar sobre el supuesto secreto del voto, hay un fraude».
Maduro también se revolvió ayer una vez más contra el Gobierno español al amenazar con llevar la «ley mordaza» a «todos los escenarios parlamentarios del mundo» para denunciarla porque considera que prohíbe las protestas. «Es una ley fascista», acusó, «porque viola los Derechos Humanos». Desde España se quitó hierro a estas declaraciones: «Nos trae sin cuidado», dijo el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Varios actores internacionales están aumentando la presión sobre Maduro. Quieren unas elecciones transparentes. Ayer, el Parlamento Europeo pospuso para septiembre el viaje que un grupo de europarlamentarios iban a iniciar hoy a Caracas para reunirse con miembros del Gobierno y sectores de la oposición y representantes de la sociedad civil. Al parecer, las autoridades locales no habían respondido a la petición del Parlamento para mantener reuniones.
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