Bagdad
El Estado Islámico ordena la ablación para todas las mujeres y niñas de Irak
Aunque la mutilación genital femenina es una práctica ancestral muy extendida por los países africanos de la rivera del Nilo y nada tiene que ver con el islam, para el grupo terrorista Estado Islámico cualquier práctica que implique el sometimiento de la mujer es bienvenida. En este califato del terror que se extiende desde Mosul (Irak) a Alepo (norte de Siria), las minorías religiosas, las mujeres y los derechos básicos del hombre están perseguidos. Ahora, el líder yihadista Abu Baker al Bagdadi ha ordenado a sus acólitos a someter a sus mujeres e hijas a la ablación para «cuidar» a la sociedad musulmana y evitar «la expansión del libertinaje y la inmoralidad».
El Estado Islámico (EI) está haciendo retroceder al país a los oscuros tiempos de la Edad Media. Las minorías cristianas, la cultura más ancestral de Irak, están obligadas a pagar una «zaqat» (canon) a los yihadistas para seguir con vida. Ahora ya ni siquiera esto: a los cristianos se les ha ordenado abandonar Mosul desde que expiró la normativa yihadista el viernes, y los que no la cumplan se enfrentarán a la ejecución. Para justificar la mutilación genital, el EI dice que se hacía antiguamente en la ciudad santa saudí de Medina. Como ejemplo cita en su comunicado un «hadiz» (dicho) del profeta Mahoma que cuenta un encuentro que tuvo un día con una mujer que se quejó de que le hubieran hecho la ablación y él le respondió que era bueno para ella.
Otra medida punitiva que ha sido aplicada contra la mujer ha sido la lapidación para castigar el adulterio. En la localidad siria de Raqqa, el Estado Islámico ha ejecutado por lapidación a la primera mujer condenada por adulterio tras haber aplicado la «sharía» (ley islámica) en todas las localidades que están bajo su poder. En Mosul, la capital del autoproclamado Califato Islámico, se ha ordenado a los comerciantes que cubran el rostro de los maniquíes de mujer con un velo negro. El califato de Al Bagdadi se asemeja cada día más al temido régimen de los talibanes en Afganistán. La ONU puso ayer el grito en el cielo tras confirmarse la información sobre la mutilación genital femenina. «Es una fatua [edicto religioso] del EI, nos acaban de informar de ello», declaró desde Irak Jacqueline Badcock, «número dos» de la ONU en el país, quien añadió que esta medida drástica podría afectar a 4 millones de mujeres.
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