Guerra en Ucrania

El Euromaidan no da tregua a Yanukovich

Más de 60.000 opositores salen a la calle tras romper el diálogo con el Gobierno

Un manifestante fuma un cigarrillo en una barricada de Kiev
Un manifestante fuma un cigarrillo en una barricada de Kievlarazon

KIEV- Las negociaciones entre la oposición y el presidente Viktor Yanukovich están rotas. Los miles de manifestantes que ayer ocuparon la plaza de la Independencia volvieron a demostrar el descontento de la población, que sigue pidiendo la cabeza del presidente. Hoy Yanukovich vuelve al trabajo con varios frentes abiertos. Le acusan de querer utilizar al Ejército para restablecer el orden y de autorizar la violencia extrema contra su propia población. La oposición quiere organizar una investigación internacional en Estrasburgo para condenar los «crímenes» cometidos por las autoridades. Los mensajes de lucha inundaron la plaza en otro domingo clave en las protestas ucranianas. Desde el escenario central, los líderes políticos pidieron ayuda a sus vecinos. «Apuntaos en las unidades de autodefensa del Maidan. Ahora son 10.000, pero debe haber entre 50.000 y 100.000», gritaba Arseni Yatseniuk. «El dictador no va a negociar con nadie. Cree que ya ha cumplido todas las demandas. No hay nada de que hablar con él», añadía. Y sin acuerdo alguno entre ambas partes, la situación política está enquistada.

Sobre la mesa las peticiones de la oposición son muy claras. Yanukovich debe dimitir; hay que volver a la Constitución de 2004 (abolida en 2010), que ampliaba las facultades del Parlamento para restar así poder al presidente; la ex primera ministra Yulia Timoshenko debe ser puesta en libertad, y la creación de una comisión internacional en Estrasburgo que investigue los numerosos casos de represión policial. Dimytro Bulatov, el último activista torturado, ha conseguido dejar el país, con el permiso de las autoridades ucranianas, para viajar a Riga. Allí se curará de las heridas causadas durante su secuestro, ya que en el hospital de Kiev la tensión entre los policías que lo custodiaban y sus allegados iba en aumento.

El Gobierno, que considera suficiente la «amnistía parcial» a los opositores, intenta incriminar al principal partido de la oposición en las protestas violentas. Los agentes se basan en datos hallados en los ordenadores del partido. Según Lenko, «todo estaba planeado de antemano, incluso el uso de la fuerza contra los manifestantes, para debilitar la autoridad del presidente». La investigación tardará dos meses pero de momento la acusación al partido de Timoshenko de intento de golpe de Estado, está sobre la mesa.

Vuelta al trabajo

El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, vuelve hoy al trabajo después de tres días de baja por un resfriado. El pasado jueves, durante la votación de la «amnistía parcial», dejó el hospital donde se encontraba para intentar mediar entre su partido y los opositores. Las fuertes presiones que ha sufrido el mandatario ucraniano están haciendo que su salud se resienta. Para la oposición, tan sólo ha sido una estratagema para ganar tiempo y tomar el país con la ayuda de los militares.