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México

¿El fin de la corrupción?

La Razón
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l En México ha habido hasta una campaña de concienciación pública para luchar contra la corrupción. ¿Es el mayor problema al que se enfrenta el presidente Peña Nieto?

-Es uno de los males endémicos a los que se tiene que enfrentar el Gobierno del PRI que comienza su andadura. Atacar la corrupción es una cuestión de examinar el papel y autonomía de las autoridades locales y el Estado. La corrupción está arraigada en el sistema mexicano, con muchos implicados.

l ¿Qué papel juegan los cárteles del narcotráfico dentro de la corrupción?

-La guerra de las drogas ha complicado aún más el tema de la corrupción, dado que los narcotraficantes tienen recursos para comprar apoyo a voluntad. Los cárteles de la droga se han infiltrado en la Policía y los organismos judiciales de varios Estados y muchos mexicanos tienen poca o ninguna confianza en las instituciones públicas, algunos incluso en las Fuerzas de Seguridad. Es un gran problema al que se enfrenta el presidente Peña Nieto. Es algo que requerirá mucha voluntad y esfuerzo político para que cambie.

l Pese a que muchos denuncian que la corrupción está ligada a la base de la economía mexicana, Peña Nieto se ha propuesto acabar con ella...

-Es una actitud pragmática. La corrupción puede generar beneficios inmediatos: puede evita que las operaciones de las firmas se detengan y los costes se eleven, lo que beneficia a corto plazo a trabajadores, proveedores y consumidores. Pero es un arma de doble filo. A la larga, el coste para la sociedad es mayor. Aumentan las posibilidades de que las empresas no cumplan con las normas de seguridad, sube la incertidumbre y el riesgo de operar, y se genera una barrera de entrada a la participación de empresarios honestos, lo que disminuye la competencia y el beneficio para los consumidores. Es un reto acabar con ella.