El imparable ascenso de una ministra popular

Odiada por la derecha y amada por la izquierda, Najat Vallaud-Belkacem prosigue su imparable carrera política tras convertirse en la primera mujer en dirigir la educación en Francia. De hecho, la nueva ministra de Educación, Enseñanza Superior e Investigación ocupa el cuarto puesto en el escalafón protocolario del Gobierno.

Musa de François Hollande, que ha contado con ella en todos sus Gobiernos, dio su salto a la política nacional de la mano de Ségolène Royal, que la nombró portavoz de su campaña presidencial en 2007. Repitió en el cargo con Hollande en 2012 y éste la nombró portavoz y responsable de comunicación de su primer Gabinete. Puesto que le da a conocer entre los franceses y la convierte rápidamente en la ministra más popular. El impulso para ascender después a ministra de Derechos de las Mujeres, Urbanismo, Juventud y Deportes.

Najat Vallaud-Belkacem, nacida en 1977 en un aldea cercana a Nador (Marruecos) es una mujer hech a sí misma que ejemplica el éxito del sistema republicano francés. Hija de un obrero y un ama de casa que emigraron al norte de Francia cuando ella tenía cuatro años, Vallaud-Belkacem estudió Derecho y trabajó en un despacho de abogados durante tres años antes de dar su salto a la política local en Lyon. Vista como una de las dirigentes socialistas más prometedoras, «Libération» llegó a verla como presidenta en 2053. Está casada con Boris Vallaud, mano derecha del ex ministro de Economía Arnaud Montebourg. Su carácter fuerte y su defensa de la igualdad de mujeres y homosexuales le han generado incontables polémicas con la derecha, que calificó ayer su nombramiento como una «provocación» de Hollande que sólo busca satisfacer a la ultraizquierda.