Turquía

El «impasse» político debilita a Erdogan

El vacío de poder y la doble ofensiva contra el PKK y el EI ponen a prueba el liderazgo del presidente turco. Las elecciones de noviembre estarán marcadas por la guerra siria

Erdogan buscará lograr la mayoría absoluta el primero de noviembre
Erdogan buscará lograr la mayoría absoluta el primero de noviembrelarazon

Turquía está llevando un peligroso juego político y militar que podría abrir un nuevo foco de inestabilidad en la volátil región de Oriente Medio. Como estaba previsto, el país euroasiático celebrará elecciones anticipadas el primero de noviembre, ante la indignación de millones de turcos que sienten que el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) les ha robado el resultado electoral. Tras anunciar los nuevos comicios, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, encargó ayer al ex primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, la formación de un gobierno interino hasta las elecciones. Estos meses serán decisivos para Erdogan, que busca de nuevo la mayoría absoluta de su partido para cambiar la Constitución y que Turquía pase a tener un sistema presidencialista que pasaría a otorgarle todo el poder.

El nuevo ejecutivo se formará con polémica, ya que en éste no participará el socialdemócrata partido Republicano del Pueblo (CHP), el segundo más votado, ni tampoco los nacionalistas del MHP. Con las dos principales formaciones fuera de la ecuación, el pro kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) sería el único partido dispuesto a compartir gobierno con el AKP. El líder del HDP, Selahattin Demirtas, apeló ayer a su «derecho constitucional» a formar gobierno, asegurando que los «seis millones de votos» obtenidos en los comicios de junio dan derecho al HDP a «tres ministerios». No obstante, las difíciles relaciones con el ex partido de Erdogan, que acusa al HDP de seguir manteniendo lazos con el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), podría impedir a los pro kurdos entrar en el ejecutivo temporal.

En medio de la crisis política, una oleada de atentados amenaza con desestabilizar el país. La violencia que ha vivido en el último mes Turquía viene a raíz de la campaña de bombardeos contra posiciones del PKK en el sur del país y en el vecino Irak, que ha provocado la ruptura de dos años de alto el fuego con la milicia separatista kurda. Erdogan sostiene que los bombardeos iban destinados a acabar con focos terroristas tanto del EI como del PKK en Siria e Irak. Pero según analistas, «el Gobierno turco ha llevado a cabo esta campaña para prevenir la unificación de cantones kurdos en el norte de Siria», explicó a LA RAZÓN Wladimir van Wilgenburg, especialista en la guerrilla del PKK. Entre los nuevos planes de seguridad para la frontera sur de Turquía Ankara y Washington han acordado llevar a cabo operaciones aéreas «integrales» y conjuntas para eliminar a los combatientes del Estado Islámico en las zonas del norte de Siria. Este acuerdo, que se ultimó el pasado domingo contempla la participación de aliados regionales entre ellos Arabia Saudí, Qatar y Jordania, pero también países de la OTAN como Gran Bretaña y Francia. Así lo anunció ayer el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, antes de explicar que «las conversaciones técnicas se han celebrado y pronto comenzaremos a lanzar una operación integral contra el EI». La nueva ofensiva conjunta está diseñada «para eliminar a los yihadistas de una zona de seguridad dentro de Siria a lo largo de la frontera con Turquía», indicó el jefe de la diplomacia turca.

El factor kurdo

SIN ALTO AL FUEGO

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) llamó ayer a los rebeldes kurdos a contenerse de llevar a cabo ataques contra las Fuerzas de Seguridad. Más de 60 agentes de Policía y soldados han muerto en ataques del PKK y grupos afiliados y cerca de 200 han resultado heridos desde que quedó rota la tregua de más de dos años y medio.