Golpe de Estado del chavismo para anular al Parlamento

El Supremo arrebata sus poderes a la Asamblea Nacional, mientras el presidente del Parlamento pide al Ejército que no siga callado frente a la ruptura de la Constitución»

En el «Príncipe» de Nicolás Maquiavelo no se encontrarían estrategias tan poco sutiles como la adoptada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para dejar sin competencias a la Asamblea Nacional de Venezuela, una sentencia que fue duramente criticada ayer por la oposición. Uno de sus líderes, el gobernador Henrique Capriles, advirtió de que en su país se ha consumado un «Madurazo», mientras que el presidente del Parlamento, Julio Borges, lo tildó directamente de «golpe de Estado». Ante la gravedad de los hechos, la oposición pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que reúna al Consejo Permanente de emergencia para analizar la situación. Asimismo, ha convocado hoy y mañana marchas de protesta en Caracas contra esta decisión.

Desde Argentina, Lilian Tintori, esposa del opositor detenido Leopoldo López, denunció que la democracia de su país «está eliminada por el régimen de [Nicolás] Maduro». «Hoy es eliminado el voto de catorce millones de venezolanos», aseguró Tintori en una rueda de prensa concedida en la capital argentina, en la que reiteró que Venezuela «vive en una dictadura» y pidió al resto de países de la Organización de Estados Americanos «que activen la carta democrática» y animó a los venezolanos a tomar las calles.

El Supremo venezolano retira todas las competencias a los diputados, que ahora podrán ser juzgados por tribunales militares

Para el presidente Nicolás Maduro, la sentencia es «histórica» y otorga un «poder especial para defender la institucionalidad, la paz y rechazar cualquier agresión que se pretenda» contra su país.

El fallo otorga a Maduro todos los poderes de la República como ni siquiera pudo imaginar su predecesor, Hugo Chávez, un «sueño de grandeza» que el comandante no alcanzó en vida. La jugada estuvo, como siempre, orquestada en el seno del Tribunal Supremo de Justicia, convertido en una especie de «varita mágica» que transforma en «realidad» todo lo que desea Maduro. De hecho, la medida de ayer es simplemente «la puntilla» de un proceso que se viene gestando desde el comienzo del «reinado maduriano». Un Gobierno que ha ido «mutando» según se acentuaba la crisis social y económica, hasta mostrarse como un «bestia autoritaria» a la que parece no importarle quedar aislada en los ruedos internacionales. Sin el favor del pueblo, a Maduro sólo le queda cerrar filas entre los suyos, rodearse de militares corruptos y afilar «la guadaña» contra la oposición.

En el último capítulo de «esta tragedia venezolana», el Supremo decidió que asumirá las competencias del Poder Legislativo, controlado por la oposición, y al que acusa de «desacato», un estatus que el Supremo impuso el año pasado a la Asamblea Nacional por el incumplimiento de varias sentencias.

La decisión del alto tribunal ha llegado después de que admitiera un recurso de interpretación mediante una sentencia hecha pública el miércoles, en la que determinó que el Gobierno no tiene impedimentos para constituir empresas mixtas y, por tanto, no debe contar con el respaldo de la Asamblea Nacional para hacerlo. La Cámara alega que buena parte de los jueces que integran el TSJ no son legítimos y fueron nombrados de forma irregular cuando el oficialismo perdió las últimas elecciones parlamentarias.

Pdte.AN @JulioBorges: el Gobierno ha perdido toda legitimidad por lo que recurre a la violencia y la represión. No podemos permitirlo. pic.twitter.com/411E3jEU6a

Pdte.AN @JulioBorges: Es el momento de ponernos de pie y así lo haremos, convocamos a acciones de calle y esperamos que pueblo nos acompañe. pic.twitter.com/P4PvDQzPxX

La sentencia se conoce apenas un día después de que 20 países acordaran en la Organización de Estados Americanos (OEA) apoyar el funcionamiento de la democracia en Venezuela e «identificar soluciones diplomáticas» concretas a sus problemas. Esta sentencia es claramente una represalia, un mensaje desafiante.

No es la única. Un día antes, el Supremo retiró la inmunidad de los diputados. Actualmente, 115 prisioneros políticos esperan en las cárceles del país la aplicación de la ley de amnistía, anulada también por el TSJ. Con esta sentencia, el presidente venezolano puede poner a disposición de jueces de tribunales militares a los parlamentarios que considere «traidores a la patria».

Ahora desde la Asamblea Nacional: pronunciamiento frente al Golpe de Estado del Tribunal Supremo de Justicia #30Mar... https://t.co/m6FgEED3dv

Nuestra @AsambleaVE, electa por 14 millones de venezolanos, ha decidido desconocer a la dictadura y declararse en rebelión.

La dictadura de Maduro a través del TSJ está anulando a la fuerza la @AsambleaVE y la voluntad de los venezolanos que votamos el #6D pic.twitter.com/7D2u0ULcG3

Ayer se reunió de urgencia la junta directiva de la Asamblea Nacional, convertida en «la última trinchera» frente al Gobierno. «Esto claramente es un golpe de Estado», dijo el presidente del Parlamento, Julio Borges, quien anunció que la coalición opositora, la MUD, convoca a «protestas en la calle» para hoy. «Ustedes no van a salir impunes de esto. Vamos a hacer las demandas dentro de Venezuela para agotar las instancias, y también en el exterior. Ahora pueden sentirse Superman, pero les va a llegar el brazo de la Justicia», dijo tras romper ante las cámaras el documento de la sentencia. Además, solicitó el apoyo de las Fuerzas Armadas. «Sabemos que las Fuerzas Armadas no pueden seguir calladas frente a la ruptura de la Constitución. Sabemos que la inmensa mayoría de las Fuerzas Armadas están en contra del caos», añadió.

Pdte.AN @JulioBorges a los Magistrados: sus crímenes no quedarán impunes. Esta sentencia solo es una basura. #GolpeDeEstado pic.twitter.com/AwsC5i32GR

Magistrados de la Sala Constitucional: Están cometiendo crímenes de lesa humanidad. La justicia los alcanzará https://t.co/m6FgEED3dv #30Mar

Un grupo de diputados acudió al TSJ para rechazar el polémico fallo. El diputado Juan Requesens, del partido Primero Justicia (PJ), en el que milita Capriles, fue uno de los legisladores que llegó hasta la sede del Poder Judicial en Caracas y reclamó a gritos el dictamen en cuestión. «Estamos aquí para defender la voluntad de un pueblo, vamos a seguir luchando por Venezuela y por los jóvenes (...) nosotros vamos a seguir en la calle», dijo Requesens a los periodistas tras enfrentarse a empujones a un cordón militar que custodiaba la sede del Supremo..

Las redes sociales se están haciendo eco de esta situación hasta el punto de que se ha creado un hashtag contra esta “injerencia"del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela: #votéporannoportsj

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