El régimen sirio pierde casi el control de Idleb ante el avance de islamistas

El Frente al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, y facciones rebeldes islamistas aliadas ganaron hoy de nuevo terreno en la provincia septentrional de Idleb, donde las fuerzas del régimen de Bachar al Asad han perdido prácticamente el control de la misma. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que en los combates registrados en esta zona en las últimas 24 horas fallecieron al menos 32 efectivos gubernamentales y trece insurgentes.

Los islamistas tomaron el control de la población de Muhambel, de las zonas de Tal Hamki, Basanqul, Ain al Hamra y Yana al Qora, y de dos puestos de seguridad importantes del régimen.

Uno de esos puestos de control es el de Maazara, el principal de las autoridades en Idleb, y otro el de Yanqara, situado en la carretera que conduce a la provincia de Latakia.

Según el Observatorio, el régimen solo mantiene en su poder las zonas de Al Qarqur y Fariqa, algunos pueblos menores en el límite entre Idleb y la provincia de Hama, las localidades de mayoría chií de Qafreya y Al Fuá, y el aeropuerto militar de Abul Duhur.

Las tropas leales a Al Asad se replegaron hoy hacia varias zonas de Hama, y la aviación militar bombardeó los alrededores de los pueblos de Kafr Awaida y Al Zauya.

En los últimos días más de 6.000 combatientes iraníes, afganos e iraquíes llegaron al noroeste de Hama para ayudar al ejército sirio a recuperar terreno en Idleb, objetivo en el que han fracasado, agregó el Observatorio.

A finales de marzo, el Frente al Nusra y otros grupos se hicieron con el dominio de la ciudad de Idleb, que se convirtió en la segunda capital provincial que quedó fuera del poder del régimen tras Al Raqa, controlada por la organización terrorista Estado Islámico (EI).

En la ciudad de Idleb, Médicos Sin Fronteras (MSF) informó hoy de que tres misiles disparados por las fuerzas del régimen impactaron cerca de un hospital de campaña el pasado jueves.

Al menos 130 personas resultaron heridas en este ataque, pero el centro médico, con tan solo doce camas, solo pudo atender a unos 80, según el testimonio de un médico, que pidió el anonimato.

El doctor calificó lo ocurrido de “masacre” y señaló la situación creada tras el ataque y cómo tuvieron que curar a las víctimas encima de mesas, en los pasillos y en el suelo.

MSF denunció asimismo que a finales de mayo pasado se registraron otros ataques en Idleb, incluidos tres con gas cloro, que afectaron a 136 personas. Efe