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Abatido a más de mil kilómetros de Berlín
Dos agentes italianos matan al terrorista Anis Amri, el autor del atropello en la capital alemana, en un control rutinario en Milán.
Dos agentes italianos matan al terrorista Anis Amri, el autor del atropello en la capital alemana, en un control rutinario en Milán.
Era una ronda nocturna rutinaria en los alrededores de la estación ferroviaria de Sesto San Giovanni –provincia de Milán– para los agentes Cristian Movio y Luca Scata. Ninguno de los dos se habría imaginado que estaban a punto de protagonizar un episodio de relevancia internacional, cuando vieron a un hombre deambulando con una extraña actitud a las 3:00 de la madrugada. Como es costumbre en estos casos, los agentes pidieron al sospechoso que se identificara, pero de su mochila no sacó ningún documento, sino una pistola de calibre 22 con la que rápidamente disparó hiriendo a Movio en el hombro derecho. Scata reaccionó con habilidad y abatió al agresor en el momento sin saber que se trataba de Anis Amri, el tunecino autor del atentado en el mercado navideño de Berlín, el hombre más buscado en Europa.
Según los relatos posteriores, la presencia de Amri, de madrugada, en la plaza vacía frente a la estación llamó la atención de los policías, que se le acercaron para preguntarle hacia dónde se dirigía. Amri respondió que no tenía sus documentos en ese momento y que era de Regio Calabria, pero sus facciones y, sobre todo, su acento, lo traicionaban. Ante las preguntas de los agentes el joven de 24 años comenzó a alterarse y cuando intentaron requisarlo se produjo el intercambio de disparos. Amri falleció allí. Según informan los medios italianos, antes de morir el yihadista tunecino gritó: «¡Policías bastardos!» y también utilizó la expresión «Allahu Akbar» (Alá es el más grande, en árabe) durante el tiroteo con Movio y Scata.
Una vez abatido y cuando llegaron los refuerzos, las autoridades italianas buscaron su carné o algo que le identificase. No lo llevaba. Tampoco se halló ningún teléfono móvil, algo que despertó aún más sospechas de que no se trataba de un delincuente común. Dentro de su mochila sí se encontró un pequeño cuchillo. Varias horas después, se verificaron las huellas digitales y se llegó a la conclusión de que se trataba de la misma persona que condujo el camión contra el mercado de Navidad en Alemania.
El anuncio oficial lo hizo el ministro del Interior, Marco Minniti, quien no pudo dar mayores detalles por la evidente necesidad de reserva ante las ulteriores investigaciones internacionales, pero no dudó en asegurar que se sentía «orgulloso» de la Policía italiana. Por su parte, el recién nombrado primer ministro, Paolo Gentiloni, al comentar los hechos, enfatizó la necesidad de aumentar la cooperación entre los cuerpos de seguridad europeos.
Las autoridades volvieron a quedar en entredicho cuando se localizó entre las escasas pertenencias del tunecino un billete de tren utilizado por Amri: «Salida Chambery, destino Turín». Este billete deja de manifiesto que el yihadista pudo salir de Berlín (Alemania), pasar por Chambéry (Francia) y llegar a Turín (Italia) sin que ningún país se percatara de su presencia. Con todas las Fuerzas de Seguridad en alerta, el joven tunecino pudo cruzarse hasta tres países sin documentación sin levantar sospechas. Cabe recordar que el atentado fue el lunes por la noche y que ya el miércoles Alemania emitió una orden internacional de busca y captura contra Amri.
La Policía alemana está analizando un teléfono móvil encontrado en el camión del ataque de Berlín, en el que murieron doce personas, convencida de que pertenecía al presunto autor del atentado, Anis Amri, informó ayer el semanario «Der Spiegel». El dispositivo, de la marca HTC, está siendo analizado ahora por especialistas de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) tras haber sido hallado en la cabina del vehículo que irrumpió el concurrido mercadillo navideño a gran velocidad y con una carga de 24 toneladas de acero.
Hasta el momento, no había trascendido que en el camión del atentado se había encontrado un teléfono móvil. El hallazgo de la cartera de Amri, donde se encontraba un documento oficial con su identidad, no se produjo hasta casi un día después del atentado. Como ayer el Estado Islámico difundió un vídeo en el que Amri juraba lealtad al grupo terrorista con Berlín de fondo, justo después de que se confirmara desde Alemania que las huellas dactilares de la persona abatida en Milán coincidían con las del camión.
Los expertos en ciberseguridad intentan averiguar cuándo se grabó Amri diciendo todo tipo de barbaridades: ¿lo hizo días antes del lunes, sin planes de atentar o ya cuando secuestró el camión del polaco Lukasz Urban? También es importante saber en qué momento fue enviado al Estado Islámico. Después del atentado, él ya no tenía su móvil. Además, dará idea de lo involucrado que estaba dentro de las filas del EI y de si interactuaba directamente con la cúpula de los fieles a Abu Bakar al Bagdadi.
Mientras tanto, Italia respira tranquila. Si no hubiera sido localizado por casualidad en la madrugada, Amri podría haber puesto en jaque las navidades y la seguridad de los italianos. Aunque se desconoce a dónde se dirigía, según las autoridades «estaba muy motivado» a atacar.
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