Videos
El último rugido de Kiev
Los europeístas ucranianos desafían a Yanukovich en la capital con una protesta masiva que termina en una batalla campal
Más de 70 agentes de la Policía ucraniana han resultado heridos en los disturbios registrados este domingo durante la manifestación de la oposición celebrada en Kiev. Diez de los agentes han tenido que ser hospitalizados y cuatro de ellos se encuentran en condición grave.
Las manifestaciones en Ucrania, en protesta por el rechazo del tratado de libre comercio con la Unión Europea y el consiguiente giro del país hacia la Rusia de Putin, habían perdido fuerza en las últimas semanas. Sin embargo, una polémica ley aprobada de urgencia por el Gobierno de Yanúkovich el pasado jueves y que prohíbe las concentraciones populares hasta el 8 de marzo ha prendido de nuevo la chispa de las protestas. Más de 100.000 personas se concentraron ayer en el centro de la capital para manifestarse contra la norma, aprobada de forma «unilateral», según los convocantes de la marcha, con el único apoyo parlamentario del partido en el poder. La concentración no resultó tan pacífica como en ocasiones previas. Al término del mitin se produjeron los primeros choques entre los manifestantes y las fuerzas policiales, cuando los primeros intentaron romper el cerco que protegía el barrio gubernamental. La violencia estalló cuando unos manifestantes trataron de trasladarse hasta las puertas del Parlamento para exhibir su rechazo a la polémica ley. En su intento de romper el cordón policial volcaron tres autobuses de los antidisturbios, quemaron otro y lanzaron petardos a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos y desenfundando las porras.
La nueva ley, que ha despertado a la calle en Ucrania, fue recibida con fuertes críticas desde la Unión Europea, pues restringe la libertad de reunión y de expresión. «Insto al presidente de Ucrania a que revise estas decisiones y las ponga en línea con los compromisos internacionales de Ucrania», expresó el pasado viernes Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea. El texto, aprobado con el respaldado de 235 de los 450 parlamentarios de la Cámara Baja ucraniana, prohíbe la instalación de tiendas de campaña sin autorizar, escenarios o altavoces en zonas públicas, y contempla multas de hasta 470 euros o quince días de cárcel. También contempla multas de 937 euros o diez días de prisión para aquellos manifestantes que proporcionen instalaciones o equipamiento para las manifestaciones. Ayer, los agentes policiales tomaron imágenes y abrieron procedimientos criminales contra los manifestantes en aplicación del artículo 294 (contra la organización de disturbios).
Llamadas a la calma
Todos los líderes de la oposición asistieron en bloque a la marcha, entre ellos, el ex campeón mundial de boxeo y líder del partido UDAR, Vitaly Kitschko, que se acercó posteriormente al lugar de los altercados a intentar calmar los ánimos, gesto que ya realizó en las protestas de hace dos meses y elevó su popularidad dentro del espectro de la oposición ucraniana. «El país está más unido que nunca en su lucha contra el poder y en su determinación a la hora de impedir la proclamación de una dictadura. Yanukovich con un grupo de gente quiere privatizar el país. No podrán», espetó Klitschko desde la tribuna, el más aplaudido en la Plaza de la Independencia de Kiev, denominada trambién Euromaiden por albergar la protesta proeuropea de noviembre.
Oleh Tyahnibok, líder del partido ultranacionalista Sbovoda, también tomó la palabra: «Tenemos el derecho a incumplir estas leyes anticonstitucionales y tenemos intención de sabotearlas». Tyahnibok animó al derrocamiento del Gobierno de Yanukovich, a formar órganos de poder alternativos y a reunir millones de firmas de ciudadanos para legitimarlo. El discurso de Arseni Yatseniuk, líder del partido Batkivshina, al que pertenece la encarcelada Yulia Timoshenko, fue también crítico aunque con una dialéctica menos agresiva, tratando de recalcar el carácter pacífico de la manifestación: «Ocupar edificios no significa tomar el poder». Aunque las fórmulas varían según el orador, en lo que sí coincidieron todos los principales partidos de la oposición fue en pedir más Unión Europea. Los analistas coincidieron ayer en señalar el hartazgo de parte de la sociedad ucraniana con el estilo autoritario de Yanukovich. «Mucha gente, a juzgar por lo que escribe en las redes sociales o lo que cuenta por la calle, está cansada de esperar un cambio en el presidente Yanukovich e intenta actuar de un modo más resolutivo. Unos van a luchar por sus derechos, otros van a hacer sus maletas», publicó ayer la web Levyy Bereg.
Los medios de comunicación expresaron el viernes su temor a que la nueva ley aprobada por el Gobierno un día antes suponga una amenaza a las libertades fundamentales y un primer paso para el regreso a la dictadura. La página de análisis Glavred aseguró que la legislación favorecerá la «represión». La directora del Instituto de Información de Masas, Oksana Romanyuk, expresó en Kommersant Ukrania su preocupación por la utlización de la palabra «extremista», que de acuerdo con la redacción vaga de la normativa puede aplicarse a los medios de información y abrir una causa criminal contra ellos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar