Relaciones EEUU/Cuba

«Esto legitima al régimen para seguir matándonos de hambre»

Una familia cubana escucha en La Habana la rueda de Prensa de ayer de Obama
Una familia cubana escucha en La Habana la rueda de Prensa de ayer de Obamalarazon

El anuncio de la reapertura de embajadas en Cuba y EE UU fue recibido desde la isla caribeña con indiferencia. Y es que la mayoría de los cubanos desconfían de que este acercamiento a Washington vaya a mejorar sus vidas. Esto no ocurrirá, según la mayoría, hasta que los Castro dejen el poder. «Es una válvula de escape para el régimen, que ya está asfixiado, aunque esta medida beneficiará especialmente a los Castro. Muy poca gente del pueblo será beneficiada, sólo los que tengan familiares afuera», asegura a LA RAZÓN Teodoro Lara, un campesino del poblado Central Habana Libre, ubicado en la provincia Artemisa. «Esto realmente lo que da es legitimidad al régimen, que sigue matándonos de hambre al pueblo y explotando a los campesinos», añade. Por su parte, el activista Vicente Coll Campaniones, que trabaja como vendedor de granizados en el Vedado habanero, afirma que la apertura de embajadas «no representa nada para mí ni para mi familia. No podré viajar debido a los salarios tan bajos que tenemos. Todo esto son sólo intereses de los gobiernos, que mejorarán muy poco nuestra calidad de vida».

Más optimista es la visión del activista político Raúl Ciriaco Borges Álvarez, presidente del Partido por la Unidad Cristiana de Cuba (PUDC), quien considera que «la apertura de las sedes diplomáticas debe concluirse, ya que el pueblo tiene expectativas». «Es una oportunidad para que la embajada americana tome más nivel, más fuerza, más autoridad y poder a la hora de enfrentarse de forma más activa a la democratización de Cuba». «Mientras era sólo Oficina de Intereses no tenía la misma fuerza diplomática de acuerdo a los estándares internacionales. Yo pienso que debe legalizarse sobre la base de los que vamos a recibir nosotros, la sociedad civil», añade Borges Álvarez, padre de Ernesto Borge, un capitán de la contrainteligencia cubana condenado a 30 años en Cuba por haber tratado de pasar información a diplomáticos de la SINA hace 12 años.

El régimen cubano ha exigido, desde el anuncio del 17 de diciembre de 2014, el levantamiento del embargo económico, la devolución del terreno que ocupa la base naval de Guantánamo, el cierre de Radio y TVMartí, temas que, según los cubanos consultados, serán difíciles de resolver.

Para Norma García, residente en el poblado de Managua, a unos 20 kilómetros de la capital, «no habrá mejoras para los cubanos mientras esa pandilla de asesinos (los hermanos Castro) estén en el poder». «El Gobierno norteamericano ha dado mucho a cambio de nada, aquí se continúa maltratando a los ciudadanos y esto va a continuar así, nada va a cambiar, el tiempo lo demostrará».

De hecho, el Departamento de Estado de EE UU dio a conocer un informe el jueves pasado en el que se confirma que el régimen cubano detuvo a más de 9.000 activistas en 2014 por intentar realizar actividades pacíficas. Además, organizaciones independientes dieron a conocer este lunes que más de 3.000 activistas han sido arrestados en 2015. La televisión cubana emitió desde primera hora de la mañana programas sobre agentes infiltrados dentro de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en Cuba (SINA) y en los grupos de oposición, y sobre las actividades a que se han dedicado diplomáticos de la SINA durante años. «Estados Unidos debe regirse por la declaración de Viena», afirma el periodista Reinaldo Taladrí, que descubrió al agente Carlos Cerpa Maceira, descartado como agente infiltrado en los grupos de oposición. El régimen cubano ha infiltrado a decenas de agentes dentro de la SINA y luego los ha descartado como prueba de que el Gobierno americano los utiliza para entrenar a los opositores. Más de una docena de cubanos consultados a las afueras de la SINA opinaron que la apertura de embajadas beneficiará a quienes tengan familiares en EE UU. «Casi no puedo ni hablar, tengo tanta emoción por dentro pues acaban de darme la visa, me aceptaron en los Estados unidos», dijo uno de ellos cuando salía de la sede de la SINA. Otra mujer señala que ella se ha presentado dos veces en la legación y ha sido rechazada. «Con la embajada abierta no se resolverá nada, allí seguirá ocurriendo lo mismo que hasta ahora. A mí me dijeron que hiciera mi solicitud en Ecuador», afirma. Pocos cubanos tienen esperanzas en que su situación vaya a mejorar.