Atentados terroristas en Bruselas

ETA olvida Hipercor y condena los atentados de Bruselas por ir contra «simples ciudadanos»

Critica que no se encuentra donde esperaba porque «no hay proceso dialogado de paz»

Fotografía de archivo tomada el 19 de junio de 1987, en la que se ve al traslado de una de las víctimas del atentado perpetrado por ETA en el supermercado Hipercor de Barcelona, en el que murieron 15 personas y 35 resultaron heridas.
Fotografía de archivo tomada el 19 de junio de 1987, en la que se ve al traslado de una de las víctimas del atentado perpetrado por ETA en el supermercado Hipercor de Barcelona, en el que murieron 15 personas y 35 resultaron heridas.larazon

ETA, autora de matanzas como las de Hipercor o los cuarteles de la Guardia Civil de Zaragoza y Vic, condena ahora los atentados yihadistas de Bruselas. «Los revolucionarios no podemos aceptar matanzas así que tienen como objetivo a simples ciudadanos», dicen los pistoleros en un ejercicio de hipocresía cuya última finalidad, más que la del arrepentimiento, es la de tratar de recuperar los votos que Podemos le está arrebatando a la Izquierda Abertzale.

En el comunicado con motivo del Aberri Eguna («Día de la Patria Vasca») dedican varios párrafos, con la misma finalidad política a expresar su preocupación por los fenómenos migratorios en Europa. «La situación perversamente revuelta y la irresponsabilidad existente han abierto las puertas a todos los tipos de integrismo y fascismo, ya sea lo que está ocurriendo en Europa con los refugiados, ya sea lo que pasa en Siria, en Irak, en Kurdistán».

Sin arrepentimiento

Pero con ETA ya se sabe, cualquier «arrepentimiento» no deja de ser una impostura: «en este momento en que hay que construir el futuro, hay quien nos pide mirar atrás. ETA no eludirá esa tarea y la afrontará con sinceridad, por la vía de la autocrítica y la convivencia (...) los independentistas de izquierdas no nos equivocamos cuando nos levantamos contra el franquismo, ni nos equivocamos cuando dijimos un no rotundo e hicimos frente a la posterior reforma tramposa (...) en esas dos cosas no». «Nosotros no fuimos buscando la guerra. El conflicto nos lo trajeron a casa».

Tras reivindicar como propias las victorias logradas en Navarra, al arrebatar al centro derecha la presidencia de instituciones tan importantes como el Gobierno Foral y el Ayuntamiento de Pamplona, reconocen que en los cinco años pasados desde que anunciaran el alto el fuego no han logrado muchos más avances: «no se ha iniciado un proceso dialogado de paz y resolución, ni con los estados ni entre las fuerzas políticas de Euskal Herria, con la excepción de Ipar Euskal Herria (Francia); las consecuencias del conflicto siguen sin resolverse, y el nudo principal que es la situación de los presos políticos vascos continúa sin desatarse». Siempre en la búsqueda de los votos que les ha arrebatado Podemos, los terroristas señalan que «la propuesta independentista tiene que colocarse justo en el otro extremo de los actuales modelos; la solidaridad entre personas y pueblos, el reparto de la riqueza... deben ser la base». De nuevo, en un alarde de hipocresía y tras olvidar a los miles de personas que han tenido que abandonar el País Vasco y Navarra para no ser asesinados, subrayan que «el trato deplorable que los estados europeos dan a miles y miles de refugiados que huyen de la miseria absoluta y las salvajes guerras provocadas por los poderosos del mundo nos muestra claramente qué es lo que no queremos ser. No hemos sentido más que vergüenza y rabia». Sobre la situación política española, señalan que «no hay relación de fuerzas suficiente para que se produzcan cambios profundos».