Europa alerta del peligro de que vuelva Berlusconi

La Unión Europea, que ya presionó a Italia en noviembre del año pasado para que se quitase de encima a Silvio Berlusconi, reaccionó ayer con dureza ante la vuelta de «Il Cavaliere» y la marcha adelantada de Mario Monti. El presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, dijo que el magnate es «lo contrario de la estabilidad» y que supone una amenaza tanto para Italia como para el resto de países de la UE.

Con un tono más moderado pero igual de preocupado por la situación, José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, comentó en una entrevista en «Il Sole 24 Ore» que «no hay alternativa» al rigor presupuestario y a las reformas. «Los italianos no deben caer en la ilusión de creer que hay soluciones rápidas o mágicas», advirtió.

El todavía primer ministro dedicó el domingo a reflexionar sobre cuál será su siguiente movimiento después de verse obligado a dejar el poder porque Silvio Berlusconi le ha quitado el apoyo parlamentario. Por la mañana, como cada domingo, fue a misa con su esposa en Milán. Luego paseó un rato por las calles de la ciudad lombarda en compañía de su hijas mientras los viandantes le aplaudían. Algunos incluso le gritaban: «¡Monti, no nos dejes!».

Según la Prensa italiana, «Il Professore» estaría valorando la posibilidad de presentarse a las próximas elecciones. El diario «Corriere della Sera» aseguraba que se sentía «herido e indignado» por los ataques que estos últimos días Berlusconi y su partido, el Pueblo de la Libertad, le han dedicado. Dos formaciones centristas, la UDC de Pier Ferdinando Casini, y FLI, de Gian Franco Fini, podrían ofrecer a Mario Monti que sea el candidato de una coalición en la que entrarían algunos de los técnicos que han formado parte del Ejecutivo saliente.

Algunos comentaristas italianos apuntan también al presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, como posible compañero del primer ministro en un hipotético salto a la política.

Las especulaciones políticas se multiplicarán hasta que se aprueben los Presupuestos generales de 2013 en el Parlamento de la nación, lo que debería ocurrir antes de fin de año. Cuando esto suceda, llegará la dimisión de Monti y la disolución del Parlamento. Si no se dilatan los trámites legislativos, las elecciones generales podrían celebrarse el próximo mes de febrero, coincidiendo con los comicios regionales en las regiones de Lazio, Lombardía y Molise. Berlusconi, ya en plena campaña electoral, está tendiendo puentes con la Liga Norte para reeditar la antigua alianza que llevó al poder a ambas formaciones en 2008.