Kiev
Europa del Norte refuerza su alianza militar contra Rusia
Ocho países europeos acuerdan compartir inteligencia y entrenamiento militar aéreo para contrarrestar el expansionismo del Kremlin
Ucrania será el centro del debate del próximo Consejo Europeo de Exteriores del próximo lunes. La reacción de Europa ante la actitud rusa hacia el este de Ucrania podría concretarse con más sanciones contra el Kremlin en caso de haber acuerdo de todos los estados. Asimismo, las recientes incursiones de Rusia en el espacio aéreo europeo han provocado también la reacción de Europa, sobre todo de los estados del norte. Ocho países se han puesto de acuerdo en incrementar su cooperación para evitar que la actividad militar rusa se incremente, después de que la crisis entre Moscú y Kiev complicara las relaciones con Europa.
Los países nórdicos, junto con los bálticos y Reino Unido, han acordado entre otras medidas compartir información de inteligencia, así como un aumento de la capacidad aérea transfronteriza en la región, al considerar que no se puede permitir la invasión rusa del espacio aéreo. Ya existe una cooperación en el entrenamiento aéreo entre Finlandia, Suecia y Noruega, pero se incluirá a Dinamarca para alcanzar todo el espacio aéreo nórdico.
En cuanto a los países bálticos, será la OTAN quien les brindará apoyo para mejorar su capacidad militar. Son estos países los más preocupados por la estrategia rusa debido a su cercanía con el país. Siempre han sido los partidarios de mantener una actitud dura contra Moscú, y aplaudirán cualquier plan que suponga mantenerse firme contra una posible actuación del Kremlin.
El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, como informa Reuters desde Oslo, reconocía que la OTAN había registrado «más de 100 interceptaciones en lo que va del año, el triple que en 2013, y el año aún no ha terminado, desobedeciendo con regularidad las normas de la aviación internacional», tras señalar además que entre sus prácticas se encuentra «la intimidación a países al enviar cazas incluso hasta Irlanda y Portugal». Además, todavía planea la incógnita sobre el submarino espía ruso en las costas suecas. Por el momento, Reino Unido ha ofrecido una misión concreta, la de los aviones Typhoon, para ayudar a patrullar el espacio aéreo báltico el año que viene. Por su parte, la ministra noruega de Defensa, Inger Eriksen Søreide, aunque reconocía el incremento de la actividad militar por parte de Moscú en el Ártico y en el mar Báltico, suavizaba los ánimos al asegurar que no se percibe una «amenaza militar directa» de Rusia. En relación a las incursiones rusas concretamente en Ucrania, los ministros en su conjunto consideraron inaceptables estas prácticas por violar directamente el Derecho Internacional. Desde la Unión Europea se trabaja para que el proceso de paz se mantenga. Sin embargo, las dos partes implicadas, Moscú y Kiev, se acusan mutuamente de impedir que salga adelante y de no cumplir con su parte del plan.
Desde Rusia, se sigue manteniendo la postura de la negación. «No hay convoyes militares rusos en el sureste de Ucrania», señaló el jefe de la diplomacia ruso, Alexander Lukashevich. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) confirmó la entrada de convoyes militares rusos en Ucrania. En medio de esta esclada de tensión, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, adelantaba la semana pasada que los ministros europeos podrían volver a aprobar nuevas sanciones. «Es algo que está siempre en el orden del día», señalaba la vicepresidenta, tras recordar que lo más importante es seguir apoyando a Ucrania.
Sin embargo, no parece que las decisiones europeas vayan más allá de incrementar la lista negra de dirigentes rusos a quienes se prohíbe la entrada a territorio europeo y los activos quedan congelados, según señalaron fuentes europeas. Por el momento son 119 personas y 23 empresas las sancionadas por este conflicto. Este tema será sin duda estrella en la reunión del G-20 que se celebra este fin de semana en la ciudad australiana de Brisbane, según prometió la canciller alemana, Angela Merkel, al presidente ucraniano, Petro Porshenko.
El mandatario de Ucrania sigue insistiendo en hacer llegar el mensaje a Europa de que los acuerdos de paz de Minsk firmados en el mes de septiembre no se están cumpliendo por parte de Moscú. Europa, por su parte, tendrá que determinar qué papel juega en la «supervisión» de que los compromisos adquiridos por ambas partes en el proceso de paz van hacia adelante. Ucrania sigue estando entre las prioridades de la Unión Europea. La asistencia humanitaria es uno de los ejes principales de actuación de la parte europea.
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