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Biden se vuelve a “olvidar” de Sánchez: le deja fuera de ronda de contactos para abordar la crisis de Ucrania

El mandatario estadounidense contactó con los principales líderes de la OTAN, como el canciller alemán, el primer ministro británico o los presidentes de Polonia y Rumanía

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó este viernes una llamada con los principales líderes de países miembros de la OTAN, pero sin Pedro Sánchez
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó este viernes una llamada con los principales líderes de países miembros de la OTAN, pero sin Pedro SánchezDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó este viernes una llamada con los principales líderes de países miembros de la OTAN. Según la Casa Blanca, el objetivo de estas conversaciones era “discutir preocupaciones compartidas sobre la acumulación continua de las fuerzas militares de Rusia alrededor de Ucrania y la coordinación continua tanto en la diplomacia como en la disuasión”.

Entre los líderes invitados por el mandatario estadounidense, se encontraba el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller de Alemania, Olaf Schulz; el primer ministro de Italia, Mario Draghi; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente de Polonia, Andrzej Duda; el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis; o el primer ministro británico, Boris Johnson.

Además, se pretende “continuar la coordinación” entre los aliados “tanto en lo relativo a la diplomacia como a la disuasión”, de acuerdo con la breve nota. De nuevo, y como hizo en anteriores ocasiones, Joe Biden no contactó con el presidente de España, Pedro Sánchez, al que ha vuelto a dejar fuera de un importante gabinete de crisis, como ya hizo hace una semanas en una videollamada con los líderes europeos y, en un principio, con la crisis de Afganistán.

Estados Unidos urgió este viernes a sus ciudadanos a salir de Ucrania en las próximas 24 o 48 horas y avisó de que no pondrá a sus soldados en “una zona de guerra” para rescatar a estadounidenses que decidieron permanecer en territorio ucraniano. Según demanda el líder estadounidense, Rusia ha concentrado suficientes tropas cerca de Ucrania para lanzar una gran invasión. “Un ataque ruso podría comenzar cualquier día y probablemente empezaría con un asalto aéreo, mientras que un rápido avance sobre Kiev también era posible”, dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan en una sesión informativa para los medios de comunicación. Mientras, Moscú ha repetido que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania.

Biden ya se reunió este lunes en persona con el canciller alemán en la Casa Blanca y el miércoles habló por teléfono con Macron, después de que éste se entrevistara en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, y en Kiev con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.

En un comunicado, la OTAN ha trasladado que los participantes han reiterado que “cualquier agresión” rusa contra Ucrania tendrá “un alto coste” para Moscú. Durante la llamada, Stoltenberg ha advertido de que el riesgo de un conflicto en Europa “es real” y ha saludado los despliegues adicionales puestos en marcha para reforzar el flanco este de la Alianza.

El secretario general de la OTAN, que ha agradecido a Biden su contacto “estrecho” con los aliados, ha informado de que los ministros de Defensa de la OTAN discutirán la semana que viene cómo fortalecer más la postura defensiva de la Alianza.

Asimismo, ha recordado que la OTAN ha invitado a Rusia y a otros miembros de la OTAN al Consejo OTAN-Rusia para abordar el asunto de la seguridad en Europa, incluyendo la situación en y en torno a Ucrania, las relaciones entre Moscú y el bloque o el control de armas, entre otros temas.

De igual modo, desde Downing Street se han unido a la petición de aplicar sanciones a Rusia en caso de que tomase la decisión “devastadora y destructiva de invadir Ucrania”, según un comunicado del Gobierno británico.

En este punto, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha aseverado que el presidente ruso, Valdimir Putin, debe hacerse a la idea de que estas hipotéticas sanciones serían “extremadamente dañinas para la economía rusa”, a la par que ha pedido darle continuidad al refuerzo del flanco este de la Alianza Atlántica.