Reino Unido

Johnson reabre la guerra con Bruselas

El Gobierno británico se prepara para romper el Protocolo de Irlanda para «proteger la paz y la estabilidad en Belfast»

El proyecto de ley se podría presentar en la Cámara de los Comunes -donde los conservadores tienen una amplia mayoría- tan pronto como el próximo martes.
El proyecto de ley se podría presentar en la Cámara de los Comunes -donde los conservadores tienen una amplia mayoría- tan pronto como el próximo martes.James ManningAgencia AP

El Gobierno británico presentó ayer sus propuestas legislativas para el próximo año a través del llamado “Discurso de la Reina”, un plan destinado, ante todo, a garantizar el “crecimiento y fortalecimiento” de la economía tras la pandemia y la reducción del coste de la vida para las familias británicas.

Pero bien es sabido que con Boris Johnson siempre hay que leer la letra pequeña. Y tan importante es lo que dice como lo que oculta, o más bien, lo que expone de una manera ambigua abierta a todo tipo de interpretaciones.

De ahí que tuviera tanta importancia las palabras referidas a Irlanda del Norte y su objetivo de “priorizar” ante todo “el apoyo al Acuerdo de Belfast [Viernes Santo 1998]”. A priori, no tendría que representar esto ninguna amenaza para la UE. Pero en la práctica, tiene toda la intención, porque Downing Street está preparando el borrado de un proyecto de ley para romper unilateralmente el Protocolo de Irlanda, parte clave del acuerdo del Brexit, alegando que no está violando la ley internacional, sino defendiendo la paz en el Ulster.

Johnson nunca tuvo intención de aplicar los nuevos controles post divorcio a las mercancías entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña. Y ahora el triunfo histórico de los republicanos del Sinn Fein en las elecciones a la Asamblea de Belfast le sirve de excusa perfecta para defender que la fórmula pactada con Bruselas para evitar frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte no funciona.

Los protestantes del DUP se niegan a formar parte del Gobierno de coalición que ambas comunidades deben respetar por los Acuerdos de Viernes Santo de 1998. Los unionistas se sienten completamente traicionados por Johnson por haber dejado a la provincia británica con un estatus diferente al del resto del Reino Unido y amenazan con dejar paralizada indefinidamente la Asamblea de Belfast hasta que el Protocolo de Irlanda no se cambie.

Según The Times, es la responsable de la diplomacia británica, Liz Truss, quien ha pedido a los funcionarios que vayan preparando un proyecto de ley que podría acabar desencadenando una guerra comercial con el bloque.

Inicialmente, el proyecto de ley tenía la intención de otorgar a los ministros el poder, en principio, de anular el Protocolo de Irlanda. Pero ahora va más allá de lo esperado porque, además de suspender los controles, también eliminaría los poderes del tribunal de justicia europeo y todos los requisitos para que las empresas de Irlanda del Norte sigan las regulaciones de la UE, como están ahora obligadas por el Brexit.

El proyecto de ley se podría presentar en la Cámara de los Comunes -donde los conservadores tienen una amplia mayoría- tan pronto como el próximo martes. Los funcionarios ya han advertido a Truss que la estrategia podría llevar a la UE a suspender toda cooperación con el Reino Unido, excepto en Ucrania, e iniciar acciones legales contra el Ejecutivo.

Los planes han creado gran división en el propio Gabinete. El responsable del Tesoro, Rishi Sunak, y el ministro de Comunidades, Michael Gove, se oponen. La posibilidad de una guerra comercial con la UE mientras el Reino Unido está al borde de una posible recesión es una jugada realmente arriesgada. Pero Truss lleva tiempo moviendo sus cartas para posicionarse como futura líder del Partido Conservador y cree que esto le ayudará a tener más apoyo en el ala más a la derecha de la formación.

De momento, Londres no ha renunciado de manera oficial a las negociaciones con Bruselas. De hecho, está previsto que Truss se reúna este jueves con el vicepresidente de la UE, Maroš Šefčovič, para una nueva cita. Sin embargo, fuentes del Gobierno aseguran de manera anónima a The Times que la responsable de la diplomacia británica estaba dispuesta a seguir adelante con la acción unilateral después de perder la fe lo que llama “una computadora que constantemente dice que no [refiriéndose a su interlocutor]”.

Tras la conversación mantenida ayer entre Johnson y el `taoiseach´ de Irlanda, Micheál Martin, el Número 10 subrayó la grave situación que se vive ahora en Irlanda del Norte. “A pesar de los repetidos esfuerzos del gobierno del Reino Unido durante muchos meses para arreglar la situación, incluidas las secciones relacionadas con el movimiento de bienes y la gobernanza, la Comisión Europea no ha tomado las medidas necesarias para ayudar a abordar la perturbación económica y política sobre el terreno”, matizó en un comunicado. “El primer ministro reiteró que el gobierno del Reino Unido tomaría medidas para proteger la paz y la estabilidad política en Irlanda del Norte si no se encontraban soluciones”, añade.

Por su parte, un portavoz del Ejecutivo apuntó: “Nuestro enfoque ha sido, y seguirá siendo, preservar la paz y la estabilidad en Irlanda del Norte. Aún no se han tomado decisiones sobre el camino a seguir. Sin embargo, la situación ahora es muy grave. Siempre hemos tenido claro que se tomarán medidas para proteger el acuerdo de Belfast [Viernes Santo] si no se encuentran soluciones para arreglar el protocolo”.