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Alemania no volverá a lanzar una invasión contra Rusia: ahora quiere misiles que lleguen hasta Moscú

Alemania busca misiles estadounidenses con alcance hasta Moscú mientras insiste en que serían solo para defensa

Alemania no volverá a lanzar una invasión contra Rusia: ahora quiere misiles que lleguen hasta Moscú Bundesministerium der Verteidigung

Cada movimiento en el tablero de la defensa europea genera ondas que llegan hasta Moscú. Las decisiones sobre armamento avanzado ya no son meras cuestiones técnicas, sino declaraciones geopolíticas que redefinen equilibrios de poder.

Mientras tanto, los sistemas de misiles de largo alcance se han convertido en piezas clave para entender las nuevas dinámicas de seguridad continental. Países que durante décadas mantuvieron perfiles discretos ahora evalúan capacidades que parecían impensables hace apenas unos años.

Por su parte, Alemania se encuentra en una encrucijada histórica donde sus decisiones militares trascienden fronteras nacionales. Lo que antes era territorio exclusivo de las superpotencias ahora forma parte de los cálculos estratégicos de Berlín.

Berlín estudia misiles estadounidenses con capacidad para alcanzar territorio ruso


Alemania ha manifestado interés en adquirir sistemas de misiles Typhon estadounidenses, según apuntan desde United24 Media, aunque las autoridades germanas insisten en que su uso sería exclusivamente defensivo. Esta plataforma de lanzamiento terrestre puede disparar tanto misiles de crucero Tomahawk como interceptores SM-6, alcanzando objetivos situados hasta 1.600 kilómetros de distancia.

Funcionarios del Ministerio de Defensa alemán habrían expresado su interés en esta tecnología como parte de una estrategia más amplia para reforzar las capacidades defensivas del país. Sin embargo, desde Berlín subrayan repetidamente que cualquier despliegue futuro mantendría un carácter puramente defensivo, evitando así interpretaciones que puedan generar mayor tensión regional.



Moscú ha observado con preocupación el desarrollo de estos sistemas, considerándolos una amenaza directa a su seguridad nacional. Autoridades rusas han advertido en múltiples ocasiones contra el estacionamiento de armamento de largo alcance cerca de sus fronteras, calificando tales movimientos como provocaciones inaceptables.

Durante los últimos meses, diversos aliados de la OTAN han intensificado sus esfuerzos por modernizar sus arsenales militares, respondiendo tanto a las acciones rusas en Ucrania como a preocupaciones más amplias sobre estabilidad regional. Berlín ha aumentado progresivamente su gasto en defensa, abandonando décadas de contención presupuestaria en materia militar.

Washington no ha emitido comentarios oficiales sobre posibles solicitudes alemanas relacionadas con el sistema Typhon. Cualquier transferencia de esta tecnología requeriría consultas extensivas dentro de la Alianza Atlántica y podría generar importantes repercusiones diplomáticas a nivel internacional.

Analistas internacionales interpretan este debate como reflejo de las tensiones crecientes entre la OTAN y Rusia, donde ambos bloques se acusan mutuamente de escalar amenazas militares en territorio europeo. Lo que comenzó como una discusión técnica sobre capacidades defensivas ha evolucionado hacia un tema central en las relaciones Este-Oeste, con implicaciones que trascienden las fronteras alemanas.