Florida, la última carta de Rubio

El candidato del «establishment» republicano puede quedarse fuera de la carrera si no gana hoy en su estado

Quería convertirse en el candidato del «establishment» justo en el año en que las elecciones tratan de todo menos precisamente de eso, del «establishment». Pero el error de bulto del candidato republicano Marco Rubio ha sido en realidad presentarse al proceso de primarias de su partido sin un mensaje claro. A este fallo ha sumado otros como el de entrar de lleno en la espiral de ataques personales contra el magnate Donald Trump, el más votado hasta ahora por los electores, alguien que sí ha sabido entender de qué van estas primarias.

Si Rubio pierde hoy en su estado, Florida –una de las regiones donde se elige candidato–, el senador de origen cubano podría abandonar la carrera. Según la media de las encuestas, Trump (43%) va por delante con una ventaja de casi veinte puntos sobre Rubio (23,8%), mientras que el senador de Texas Ted Cruz tendría el 18,3% de los votos y el gobernador de Ohio John Kasich, el 9,3%. «Las encuestas están locas y lo voy a demostrar», dijo Rubio sobre los sondeos.

El político de origen cubano programó ayer cuatro actos electorales en Florida en su último intento, a la desesperada, de ganar en su estado. «Esto asusta, es grotesco. Da miedo cómo se ha desarrollado en estos días la política en este país», lamentó el senador en referencia a la violencia desatada en los mítines de Trump. Rubio, que fue apoyado por la élite del partido porque en teoría representa al candidato más al centro, no se ha dado por vencido hasta el final a pesar de que cuanto más se acerca la hora de decidir en su estado más nervioso se ha puesto con los periodistas. «Tengo la intención de apoyar al candidato republicano. Pero cada vez se me hace más difícil», reconoció el joven senador de Florida, que ha sido acusado por Trump de no haber hecho nada por su estado desde su posición política en Washington.

Hoy deciden candidato en el Partido Republicano los votantes de Florida, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Ohio. En este último, debe ganar John Kasich, su gobernador, si quiere seguir en la carrera, a quien apoyó ayer el candidato del «establishment» en 2012, Mitt Romney. En unas elecciones primarias corrientes, los resultados de hoy deberían bastar para decidir candidato. En cambio, con Trump al frente de las encuestas de todos los estados menos en Ohio, la élite del partido todavía se resiste a verle como el elegido para las elecciones presidenciales. Tampoco les convence Ted Cruz, en quien apenas nadie confía dentro del partido conservador.