Ataque yihadista en Francia

Frédéric Martel: «O buscamos una respuesta que no sea militar o no vamos a ganar esta guerra»

Frédéric Martel
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El sociólogo y periodista francés Frédéric Martel recorrió 50 países para documentarse antes de escribir su libro “Smart” (Taurus), convertido ya en un influyente ensayo sobre la globalización digital. En su periplo mantuvo contactos con grupos radicales como Hezbolá o Hamás para estudiar qué uso le dan a internet, una herramienta cada vez más utilizada por los yihadistas para reclutar combatientes. Martel, director de investigación en el Institut de Relations Internationales (IRIS) de París, considera que Francia tiene que responder de forma contundente a los ataques de París que se cobraron 130 muertos, pero avisa al mismo tiempo de que “no vamos a ganar esta guerra si olvidamos las lecciones de George W. Bush en Afganistán e Irak”.

-¿Cree que Francia está en guerra tal y como dijo el presidente Hollande?

-Veo tres problemas en torno al uso de la palabra “guerra”. El primero es que si tú utilizas la palabra “guerra” significa que está reconociendo a los terroristas como “guerreros” y no como criminales, que es lo que son. Segundo, significa que estamos en guerra. ¿Contra quién? ¿Un estado? ¿Qué estado?. Y tercero, no creo que esta guerra se pueda ganar fácilmente. George W. Bush empleó el mismo tipo de expresión en Irak y Afganistán y ya hemos visto los resultados.

-El yihadismo usa internet como un herramienta para reclutar adeptos. Odian Occidente pero usan la tecnología occidental para atacar sus valores.

-He estado en 14 países árabes para escribir mi libro “Smart”. He seguido a Hezbolá en el sur de Beirut y he visitado a Hamas y a la Yihad en Gaza. He pasado tiempo como los Hermanos Musulmanes en Egipto. Pero no con el Estado Islámico. Me sorprendió que todos estos grupos radicales, considerados terroristas por Estados Unidos y algunos de ellos por la UE, usan mucho internet como nosotros. Algunas de sus cuentas a veces son prohibidas por Facebook, Youtube o Twitter. Muchas de esas cuentas están vigiladas por EE UU e Israel. No creo que los videojuegos ni internet sean herramientas occidentales. La principal diferencia entre nosotros y este tipo de grupos es que son organizaciones muy verticales. Ellos no quieren plantear una diálogo. Aceptan estar presentes en las redes sociales pero no quieren socializar, sino hacer propaganda. Sin embargo, en el caso de Hezbolá han creado muchas páginas web que son más modernas, eficaces e inteligentes. En páginas como Al Mayadine, Al Akhbar o en el blog The Angry Arab apoyan a veces el feminismo y los derechos gays. Sin embargo, cuando se trata de Irán, Siria o los chiíes vuelven de nuevo a la propaganda.

-Anonymus ha declarado la guerra al Estado Islámico en internet. ¿Cómo se puede usar la red para luchar contra el extremismo yihadista?

-Los grupos radicales islamistas muestran que internet no es malo o bueno por sí mismo. La web es una herramienta, como el váter o la electricidad, y puede ser buena o diabólica. Con la electricidad puedes electrocutar a alguien o salvar una vida en el hospital.

-¿Cómo valora la reacción del Gobierno francés ante los ataques?

-La respuesta fue la apropiada en un momento de urgencia como el que se vivió en París. Sin embargo, no se tomaron en cuenta seriamente las lecciones del atentado contra “Charlie Hebdo”. La cuestión es más amplia: ¿vamos a luchar solos contra el Estado Islámico, sin aliados y sin una coalición clara? He estado recientemente en Colombia, México, Israel y Líbano. Todos estos estados seculares no pueden proteger de forma indefinida a sus poblaciones. El Ejército y la Policía no pueden controlar todas las calles y cafeterías. La respuesta no es militar ni es una cuestión de seguridad. Es diplomática, con una estrategia global clara. Es europea, con unas políticas de inmigración y de fronteras. Es política, con la integración de los musulmanes franceses y las poblaciones árabes. Necesitamos un plan Marshall para los “banlieues” de Francia y no he escuchado nada de esto al Gobierno de Hollande.

-¿Por qué árabes franceses se sienten fascinados por el yihadismo? ¿Causas religiosas, exclusión social? ¿Ambas cuestiones?

-No creo que la exclusión social o la pobreza puedan explicar el yihadismo. Cuando eres un terrorista no eres ni siquiera una persona religiosa, eres sencillamente un criminal. Sin embargo, no necesitamos actuar rápidamente si no queremos abrir una brecha mayor, especialmente en los guetos franceses. Francia es un país muy especial en cuanto a la inmigración árabe. Una gran minoría de la población es árabe o tiene origen árabe. El islam es la segunda religión de Francia. Pero Hollande no ha hecho mucho en estos años en cuanto a la integración del el islam y la laicidad. Es un error para la izquierda y también para Francia.

-¿Cree que la sociedad francesa podría dividirse en torno a la respuesta que se le da al problema del terrorismo yihadista?

-No creo que los franceses estén muy polarizados. Todos estamos de acuerdo en que tiene que haber una respuesta dura. El Parlamento votó de forma mayoritaria la nueva ley de seguridad. Sin embargo, muchas preguntas están aún por resolver: ¿fallo de seguridad y de los servicios secretos?, ¿falta de cooperación con otros países para crear una coalición?, ¿fallo de las diplomacia francesa en Irán, Egipto, Turquía, Líbano y Arabia Saudí?. El ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, cometió muchos errores. Y el presidente Hollande actuó solo durante meses, sin asesores diplomáticos ni equipo, sólo confiando en su consejero clave del servicio secreto. O buscamos una respuesta que no sea militar o no vamos a ganar esta guerra si olvidamos las lecciones de George W. Bush en Afganistán e Irak.