Francia
Las protestas contra la ley laboral incendian las ciudades de Francia
Grupos de radicales infiltrados elevan el grado de violencia de los choques con la Policía
Grupos de radicales infiltrados elevan el grado de violencia de los choques con la Policía
Por cuarta vez en dos meses, miles de personas salieron ayer a la calle en toda Francia –a menos de una semana de que la Asamblea empiece a debatirla el 3 de mayo– para pedir la retirada de la reforma laboral. La intersindical de trabajadores y estudiantes que convocó las manifestaciones está convencida de que todavía es posible obtener la retirada del proyecto de la llamada «ley El Khomri», diseñada para dar más flexibilidad a las empresas y simplificar la ley del trabajo.
La afluencia fue menor que en otras ocasiones (170.000 personas, según cifras oficiales; 500.000 según los organizadores), aunque parte de la explicación puede estar en que muchos estudiantes se encuentran de vacaciones. Pero otro problema al que se enfrentan los sindicatos es que con el paso del tiempo se ha ido radicalizando la acción de los grupos infiltrados en las manifestaciones cuyo objetivo es el enfrentamiento directo con las fuerzas del orden. Las marchas de ayer en París, Marsella, Nantes, Rennes o Toulouse terminaron con 24 policías y gendarmes heridos, tres de ellos de gravedad. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, indicó que uno de los heridos se encuentra en un estado de «urgencia absoluta» y añadió que la Policía detuvo a 124 personas. Según Cazeneuve, todos esos arrestos «darán lugar a procesos judiciales».
Por su parte, el sindicato de estudiantes Unef denunció que los agentes hubieran hecho un «uso desproporcionado de la fuerza», mientras que su líder, William Martinet, acusó a Cazeneuve de no cuestionarse la forma en la que la Policía lleva a cabo su trabajo de protección de los manifestantes, y afirmó que no condenar la violencia policial «sería irresponsable».
En la capital francesa desfilaron unas 15.000 personas (cifras policiales), entre las que se encontraban unos 300 jóvenes con el rostro cubierto que desafiaron a los agentes al paso por el puente de Austerlitz. Unos enfrentamientos que se saldaron con dos policías y al menos un estudiante heridos. En Nantes, la jornada comenzó con el bloqueo de la universidad. Y desde los primeros momentos, la manifestación fue acompañada de la destrucción de cámaras de vigilancia y paradas de autobús, también quemaron un Porsche aparcado frente a la prefectura y apedrearon a los policías, que respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras. Los choques terminaron con la detención de al menos 39 personas. En Rennes, entre 400 y 600 violentos se enfrentaron a los antidisturbios y en Marsella fueron arrestados 57 manifestantes, la mayoría en la estación de Saint-Charles, donde habían invadido las vías interrumpiendo el tráfico ferroviario.
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