Grecia
Grecia aplazará sus promesas electoral para logar un acuerdo con la UE
El ministro del Interior griego, Nikos Vutsis, dejó hoy entrever que el Ejecutivo de Atenas está dispuesto a aplazar algunas de sus promesas electorales en aras de alcanzar un acuerdo con los acreedores, lo que ve posible para la semana próxima.
El ministro del Interior griego, Nikos Vutsis, dejó hoy entrever que el Ejecutivo de Atenas está dispuesto a aplazar algunas de sus promesas electorales en aras de alcanzar un acuerdo con los acreedores, lo que ve posible para la semana próxima.
"Algunas partes de nuestro programa podrían ser retrasadas seis meses o tal vez un año", dijo Vutsis en declaraciones a la cadena de televisión privada Skai.
El ministro añadió que cree que "podemos y debemos tener una solución y un acuerdo la próxima semana".
Vutsis no ofreció detalles sobre cuáles podrían ser las promesas que el Gobierno izquierdista estaría dispuesto a aplazar, pero en las últimas semanas varios ministros, entre ellos el de Finanzas, Yanis Varufakis, han insinuado que el controvertido impuesto inmobiliario que debía ser abolido este año en su formato actual, seguirá vigente hasta el próximo.
Entre las promesas que, según los medios, podrían no aplicarse de momento para poder llegar a un acuerdo con los acreedores está eliminar el impuesto de solidaridad creado al estallar la crisis o e restaurar la base impositiva exenta en 12.000 euros al año (actualmente se pagan impuestos a partir del primer euro de ingresos).
Entre los compromisos electorales figuraba además la de restablecer el salario mínimo en 751 euros este año, una iniciativa que el ministro de Trabajo, Panos Skurletis, ya suavizó al poco de asumir Syriza el Gobierno, al asegurar que se aplicaría una subida escalonada hasta alcanzar la citada suma en verano de 2016.
Por ahora, el Gobierno de Alexis Tsipras ha mantenido como líneas rojas la restitución de los convenios colectivos y el rechazo a bajadas de salarios y pensiones.
A principios de esta semana, el Gobierno señaló que esperaba un acuerdo para este domingo, aunque los acreedores han sido menos optimistas.
En los últimos días, sin embargo, parece haber habido claros avances, sobre todo tras las intervenciones de la canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Finanzas estadounidense, Jack Lew.
Vutsis señaló que en las negociaciones ha habido progresos en cuanto al objetivo de mantener superávit primarios bajos en los dos primeros años, una de las grandes exigencias por parte de Grecia.
Donde se mantienen diferencias, dijo Vutsis, es en la modificación del impuesto sobre el valor añadido (IVA).
Según apuntan los medios, si bien hay acuerdo en que habrá tres tipos de IVA, uno bajo de en torno al 7 %, uno medio de alrededor del 13 % y uno del 22 %, Grecia quiere evitar a toda costa que algunos productos y servicios sujetos al tipo mínimo se les aplique la tasa intermedia.
Tal sería el caso de la factura de la luz, que las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) aparentemente quieren ver sujetas al tipo máximo, según los medios.
Grecia tiene que abonar la próxima semana un tramo de 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, dinero que, según señaló este viernes el ministro de Economía, Yorgos Stathakis, está disponible.
El total de devoluciones al FMI en junio asciende a casi 1.600 millones de euros.
Según informaciones del portal de noticias The Toc, todo apunta a que se podría alcanzar un acuerdo intermedio que permita un desembolso parcial, pero que estaría condicionado a un paquete de ahorro de 4.000 millones de euros, y al que le seguirían inmediatamente nuevas negociaciones de cara a un amplio pacto en septiembre.
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