Restringido
Habrá más muertos
Ahmed Rouleau, un converso al islam, atropellaba a dos militares canadienses con su vehículo el lunes, asesinando al suboficial Patrice Vincent. A continuación se dio a la fuga de la Policía en una persecución de película hasta que los agentes le abatieron a tiros. Michael Zihaf-Bibeau, converso al islam y cuyo padre es veterano de la yihad de Libia, protagonizó el miércoles un tiroteo en Ottawa que costó la vida al reservista Nathan Cirillo antes de ser abatido en el Parlamento de Canadá.
¿Qué dice el Estado Islámico (EI)? A finales de septiembre, su portavoz, Abu Mohamed al Adnani, instaba a los musulmanes a asesinar no musulmanes en Occidente. «No pidas consejo a nadie. Mata al infiel sea civil o militar, porque todos están condenados a la misma pena». A pesar de las explicaciones que dicen que Rouleau y Zihaf-Bibeau obedecían al llamamiento del Estado Islámico a emprender la yihad, los medios de comunicación convencionales se prestaban a difundir las adulteraciones habituales sobre los móviles de los atentados. Antes de conocerse la identidad de Zihaf-Bibeau, el periodista de la CBC Doug Stoffel tuiteaba: «Entre especulaciones del #TiroteodeOttawa en #Canadá, es importante recordar que el #ISIS no ha manifestado ningún interés en cometer atentados en el extranjero». Una vez identificado Zihaf-Bibeau como autor material de los disparos y musulmán reconocido, Stoffel replicó: «Las autoridades canadienses intentan comprender el móvil de un hombre armado al matar a un militar en la capital del país». Lo que le motivaba a Zihaf-Bibeau era obvio, pero es justamente lo que la mayoría de los gobiernos occidentales y la totalidad de los medios de comunicación están decididos a pasar por alto, y de ahí la búsqueda de un móvil plausible que poder vender a una opinión pública que anda cada vez más escamada con lo que la élite de los medios y el Estado les están contando.
Los comisarios de Policía de Toronto y Ottawa se dirigieron por escrito a los líderes musulmanes locales para garantizarles su seguridad en caso de «represalia». Estos comisarios parecen haber interiorizado bien la lección: después de cada atentado yihadista, las víctimas necesitadas de especial atención son los musulmanes. ¿Quién invita a los líderes musulmanes canadienses a respaldar sus condenas al terrorismo yihadista con medidas tangibles, incluyendo programas que enseñen a los musulmanes a rechazar esa interpretación del islam? Nadie. Y ésa es la razón de que Ahmed Rouleau y Michael Zihaf-Bibeau seguramente no sean los últimos de una larga lista de musulmanes que atienden a los llamamientos del Estado Islámico dentro de Canadá y que asesinan a sus paisanos infieles. Mientras se tolere que las quimeras políticamente correctas opaquen la cruda realidad de la guerra santa, la conclusión está cantada: habrá más muertos.
*Robert Spencer es profesor de Historia del Islam de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill s, entre los que se encuentra la Guía políticamente incorrecta del islam y las Cruzadas.
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