Nueva York

«Hillary es más sólida, no es una ‘showoman’»

Yo voto a Clinton: Gia Sharp, 40 años. «El miedo aglutina a la gente, invocarlo contra los inmigrantes es efectivo»

Yo voto a Clinton: Gia Sharp, 40 años
Yo voto a Clinton: Gia Sharp, 40 añoslarazon

Gia Sharp, criada en Virginia, los últimos 17 años en Nueva York, decoradora de interiores, aguarda expectante los resultados del martes. «Ojalá gane Hillary», dice esta mujer afroamericana de 40 años, «Es la sensación que tienes cuando hablas con la gente, que Hillary gana, pero en Nueva York vivimos dentro una burbuja. Desconocemos lo que quiere la gente en el Medio Oeste y el Sur... y eso es aterrador». No cabe duda, en efecto, que el país son dos, las costas y el resto: «Las grandes ciudades permiten que la gente se mezcle, que conozca y hable con personas que no son como ellos, y eso ayuda a comprender que somos todos iguales, pero si vives en el Medio Oeste, o en los suburbios, aislado, acabas por manejar categorías como el ‘otro’, algo natural, claro, porque es gente que nunca interactúa con alguien distinto».

¿Cuál es, a su juicio, la clave para explicar el fenómeno Trump? «El miedo. En el electorado que apoya a Trump hay miedo al otro, a todo lo que desconocen. Saben que hay otro mundo ahí fuera y lo temen. No quieren conocerlo ni formar parte de él. La política siempre usó el miedo, es un estupendo motivador, el miedo aglutina a la gente, invocarlo es una táctica muy eficaz. Si guías tu voto por el miedo, acaba por no importar nada de lo que haga el candidato. El miedo ciega».

Sorprende que Trump, un multimillonario de Manhattan, se presente como paladín de la clase trabajadora. «¡Si hay quien habla del multimillonario de clase trabajadora!... ¡Eso no existe! La gente blanca, de clase trabajadora, de alguna forma piensa que el país es suyo. Confunden su identidad nacional con su identidad étnica. Trump les habla de la promesa americana, que consiste en que si trabajas lo suficientemente duro tendrás éxito. Viene a decirles que los inmigrantes se han entrometido en su camino. Todo mentira. La realidad es que la industria y las manufacturas han cambiado por completo, y esta gente carece de los conocimientos necesarios para desenvolverse. Decirle a alguien que restituiremos unos trabajos que ya no existen, unos trabajos que hoy en día los hacen robots, es mentirle».

¿Qué opinión le merecía la campaña de Bernie Sanders? ¿Es posible que sus seguidores se queden en casa? «Entorno a Sanders había un culto extraño. Le apoyaba mucha gente que de alguna forma se siente marginada y que posiblemente no habría votado nunca. Al final sus partidarios daban casi tanto miedo como los de Trump, y su campaña estaba mucho más basada en cultivar un sentimiento de pertenencia a un grupo que en datos contrastables. Los partidarios de Sanders sentían que hablaba para ellos, y al final tengo la sensación de que les importaban poco las políticas que proponía. Todo lo que contaba era el componente emocional. Si sus seguidores se quedan en casa, espero que no sea decisivo. Era ilusorio contar con su voto».

Pero la irrealidad permanece, encarnada en Trump. «Nadie puede pretender que éstas son unas elecciones normales. De un lado tienes a una persona muy cualificada, y del otro a una estrella de los ‘reallity shows’. ¡Esto es una pura distopía! ¡Vivimos dentro de ‘Los juegos del hambre’!». «Voto a Clinton porque está más preparada y porque Trump está loco».

Claro que Hillary ha cometido errores, como el asunto de los correos electrónicos, aunque no parece que eso pueda computarse como corrupción, ¿no? «Bueno, Hillary ha vivido bajo el escrutinio público 30 años y sabemos todo lo que ha hecho. La gente escarba en su pasado a ver qué encuentra, pero comparado con Trump, con su pasado, es todo ridículo». ¿Y el género? ¿Le pesa a Hillary el hecho de ser mujer? «Harán lo que sea para evitar que una mujer alcance la Presidencia. No pueden soportarlo. Piense que hace no tantos años las mujeres no podían votar, y ahora una mujer puede ser presidente y para una porción bastante estimable del electorado resulta insoportable. Pero Hillary es una mujer muy competente. Sería una buena presidente».

«Lo que me preocupa», añade, «es la reacción de quienes apoyan a Trump, cómo reaccionarán si pierde. Su discurso ha fomentado la violencia. En los últimos años el Partido Republicano permitió que le infiltrara el Tea Party, que controlara su discurso, y ahora no hay maquinista a bordo».

Fallos de Hillary

- Los emails. La duda sobre si ha puesto en peligro información clasificada le ha dañado.

- Debates. No logró golpear a su rival con ideas y valores y quedó atrapada por el ruido.

- Salud. Un mareo por una neumonía desató los rumores sobre su estado de salud.