Financiación autonómica
Hollande presenta una amplia reducción del mapa territorial
Había prometido un «big bang» territorial, pero François Hollande va a tener que conformarse con una reforma mucho menos ambiciosa y un calendario menos inmediato. Según un primer esbozo, el nuevo mapa francés diseñado por el presidente galo reduce a 14 las 22 regiones, existentes tal como desvelaba ayer en una tribuna publicada en la prensa regional. Sin embargo, los planes del Gobierno han suscitado numerosos resquemores en la oposición y entre los responsables locales, que critican el «amateurismo» del presidente y la «improvisación» de una reforma que supone la desaparición de ocho regiones que se fusionarían con otras para formar lo que el Elíseo espera sean «super-regiones» con un peso específico comparable al de las que ya existen en el resto de Europa. Aunque con la diferencia de que actualmente su presupuesto es diez veces inferior al de los «länder» alemanes, por ejemplo.
Con esta reforma, que el socialista Hollande anunciaba ya en enero, el Gobierno galo espera acabar con las duplicidades entre administraciones territoriales y un recorte del gasto público cercano a los «10.000 millones de euros anuales de aquí a cinco o diez años», precisaba ayer el secretario de Estado para la Reforma Territorial, André Vallini.
La reducción del número de regiones no significa, sin embargo, una recentralización. Al contrario, Hollande ha prometido dotar de «más medios y más competencias» a las futuras entidades que no verán la luz antes de 2016, pese a la premura mostrada por el Ejecutivo.
El proyecto será presentado en Consejo de Ministros el próximo 18 de junio en dos textos legislativos que serán debatidos y susceptibles de ser modificados durante el trámite parlamentario con vistas a una votación definitiva a finales de año. Con lo que las elecciones regionales y departamentales previstas para la primavera de 2015 serán previsiblemente aplazadas al otoño.
Por su parte, la supresión de los departamentos no debería materializarse antes de 2020, ya que dicha reforma supone una reforma constitucional. La solución gubernamental pasa por «desvitalizar» a esas entidades, según explicó Vallini, y transferir poco a poco las competencias regionales a los departamentos y las intercomunalidades.
Si los presidentes de región, la mayoría socialistas, han acogido positivamente la reorganización territorial, ya se han lanzado llamamientos a consultar al pueblo mediante un referéndum en algunas regiones afectadas. No obstante, el primer ministro, Manuel Valls, lo descartó por completo. «Se contestaría a otra cosa», y en particular se convertiría en un plebiscito sobre Hollande –que es el jefe del Estado más impopular de la V República–, señaló en una entrevista radiotelevisada a RMC y BFM TV. Eso sí, el primer ministro francés recordó que la reforma no está cerrada y que «puede evolucionar».
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