Teherán
Irán vota sin favoritos para sustituir a Ahmadineyad
Las autoridades iraníes han procedido al cierre de las urnas tras concluir la jornada electoral de los comicios presidenciales, que ante la afluencia de gente, se ha alargado hasta cinco horas.
Hay que reconocer el mérito de Irán, que se ha mantenido firme, a pesar de los vientos «huracanados» que azotan la región. El régimen iraní ha sabido controlar con puño de hierro la situación para impedir cualquier intento de reforma. Así fue el ambiente que se vivió ayer durante la jornada electoral, donde cinco millones de electores estaban llamados a participar en las urnas con pocas esperanzas de un cambio real. No obstante, el sector liberal –reformistas y activistas de la oposición– mantuvo las ilusiones de poder ver a su líder, Hasan Rohani, en la segunda vuelta, que será el 21 de julio. Los colegios abrieron quince horas (cinco horas de retraso) ante la afluencia masiva de votantes. El Ministerio de Interior declaró que los electores acudieron entusiasmados ante el llamamiento del gran Ayatolá.
El líder supremo fue el primero en jactarse del férreo poder de la república islámica y tras emitir su voto «mandó al diablo» a Estados Unidos. El Ayatolá Jamenei respondió así a las críticas vertidas por Occidente por la falta de transparencia en la campaña y la criba de candidatos que no son leales a los clérigos gobernantes. «Hace poco me enteré de que alguien en el Consejo de Seguridad Nacional de EE UU dijo que no aceptamos estas elecciones en Irán»; «Yo les digo: ¡Que se vayan al carajo!», declaró Jamenei en la mezquita de Hoseini Imam Khomeini.
Los pocos visados que han expedido a los periodistas internacionales son un claro reflejo de que el régimen iraní no quiere testigos «incómodos». Si habrá o no transparencia en el recuento electoral será algo que sólo conocerán las autoridades religiosas. Sin sondeos independientes y fiables, es difícil evaluar en Irán cómo pueden desarrollarse los comicios, aparte del alcance del poder de Jamenei, los guardianes de la revolución y la milicia islámica Basij sobre el voto. Tras la represión brutal de los Pasdarán (Guardia Revolucionaria) y los «basij» durante las elecciones de 2009, donde cientos de miles se manifestaron para denunciar el fraude y muchos acabaron apaleados o en las cárceles, difícilmente se podrán repetir las protestas. Con cinco candidatos de línea dura y un solo reformista podría darse la situación de que ninguno de los aspirantes alcanzara la mayoría en la primera ronda. El llamamiento de Rohani para rehabilitar las relaciones exteriores de Irán y crear una «carta de derechos civiles» ha llegado a muchos jóvenes iraníes, que representan casi la mitad del electorado, deseosos de cambios.
El ex presidente reformista Rafsanyani expresó también su esperanza en que el resultado de las elecciones «lleve a la solidaridad nacional, porque es el requisito para triunfar ante los peligros internos y exteriores». También se eligen 126.000 representantes locales en las cuartas elecciones municipales que celebra el país desde que se convocaron por primera vez, en 1999.
✕
Accede a tu cuenta para comentar