Colombia
Iván Duque acusa a Maduro de apoyar a la disidencia de las FARC
El presidente colombiano Iván Duque ya tiene la excusa necesaria para alistar los cañones y declarar la guerra a un viejo fantasma de la historia sangrienta de Colombia, las FARC. Que ahora resurgen en su peor faceta, como un recuerdo de los que fueron, comandados por la peor cuadrilla que se gestó en la guerrilla. Ya no hay ideología en este renacer, solo la avaricia de una negocio llamado narcotráfico. Y el Gobierno no piensa mostrar piedad: «Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro. No caigamos en la trampa de quienes hoy pretenden escudarse detrás de falsos ropajes ideológicos para sostener sus andamiajes delictivos», anunció Iván Duque.
Tras la reaparición del que fuera número dos de las FARC, alias «Iván Márquez», junto con otros exlíderes de esa guerrilla, para anunciar que inician «una nueva etapa de lucha» armada, el mandatario prometió que su Gobierno continuará con las operaciones en todo el territorio nacional y ordenó la conformación de una unidad especial para la persecución de estos criminales con capacidades reforzadas de inteligencia, investigación y movilidad en todo el territorio colombiano: «Por cada uno de los delincuentes de ese vídeo se fijará una recompensa de 3.000 millones de pesos (867.000 dólares) por información que conduzca a su captura».
Desde hace meses la inteligencia colombiana asegura que cuatro exjefes de las FARC de los que se desconoce su paradero oficialmente, están en Venezuela protegidos por el régimen de Nicolás Maduro. De hecho, Colombia cree que el vídeo del anuncio se grabó en territorio venezolano. Es más, días atrás Duque adelantó que denunciará ante la ONU al régimen de Maduro por «proteger y patrocinar a terroristas colombianos». Lo hará ante la Asamblea General de septiembre ya que, según el presidente, la dictadura chavista viola la resolución del Consejo de Seguridad sobre financiamiento y protección del terrorismo.
Para el presidente colombiano, Maduro convirtió Venezuela en un «santuario para terroristas». «Lo que yo creo es que a Nicolás Maduro cada vez se le asoman más las orejas al burro, y aquí lo que estamos viendo es que no solamente viene protegiendo a terroristas colombianos desde hace muchos años, sino que ratifica que Venezuela es un santuario de terroristas y narcotraficantes», dijo días atrás.
También informó de que había conversado con el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, «pidiendo su respaldo y su apoyo a la Justicia colombiana para la captura de este grupo criminal, auspiciado por la dictadura de Maduro”.
La respuesta llegó por parte del considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, que afirmó que Venezuela no tiene «nada» que ver con lo que sucede en Colombia. «Lamentamos profundamente lo que está ocurriendo en Colombia. Que continúe en la espiral de violencia que tiene 60 años, y eso no comenzó por culpa de Venezuela, eso comenzó porque en Colombia mataron, la oligarquía mató a Jorge Eliécer Gaitán, ahí empezó. ¿Qué tiene que ver Venezuela? Nada», dijo.
Bombas como estrategia
El comandante de las Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro, aclaró que la disidencia armada anunciada por el ex negociador de las FARC Iván Márquez está clasificada como un “Grupo armado organizado residual” (Gaor), por lo que será combatida con todo el poder del Estado. Esto es, incluso con bombardeos.
“No son una nueva guerrilla, no son un nuevo grupo. Nosotros ya lo teníamos catalogado como una banda dedicada de tiempo completo al narcotráfico y actividades ilegales, que por sus características y nivel de amenaza puede ser bombardeada”, puntualizó el general.
Según el general Navarro, el alzamiento de “Márquez” lo único que busca es “lucrarse de las economías ilegales”. Inteligencia Militar sostiene que en abril pasado hubo una especie de “cumbre” entre “Márquez” y “Pablito”, que es el máximo jefe militar de los ‘elenos’ -ELN- y que también se refugia en Venezuela. El oficial sostiene que en esa reunión se habló de fortalecer “una sociedad oscura para manejar temas de narcotráfico, minería ilegal, contrabando y tráfico de armas”.
Los militares colombianos señalan que al otro lado de la frontera podría haber unos mil miembros del ELN que se refugian en el vecino país tras delinquir en Colombia y que tienen allí sus campamentos y redes logísticas, con aquiescencia de las autoridades venezolanas. De juntar ambas fuerzas podrían lograr un ejército de 3.000 hombres, pero esa unión nunca funcionó en el pasado.
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