Internacional
J-36: el caza chino con alas delta, sigilo y tres motores que desafía a Occidente
China avanza en el desarrollo de su caza de sexta generación. El enigmático J-36 ya vuela sobre Chengdu con características inéditas que apuntan a la próxima gran amenaza aérea del Pacífico
El 26 de diciembre de 2024, las redes sociales chinas difundieron las primeras imágenes del J-36, un avión furtivo que ha provocado un aluvión de especulaciones. Aunque no se trata de una designación oficial, el nombre ha sido adoptado por la comunidad de observadores aeroespaciales tras ver volar este nuevo caza en los cielos de Chengdu.
Desde entonces, nuevas pruebas en marzo y abril de 2025 han confirmado la existencia de una plataforma de combate revolucionaria: alas en delta, tres motores, ausencia de estabilizadores verticales y una distintiva toma de aire dorsal.
Toma dorsal: una rareza aerodinámica
Una de las características que más ha llamado la atención del J-36 es su toma de aire dorsal, colocada en la parte superior del fuselaje. Esta configuración, que protege los motores de la detección infrarroja desde el suelo, también se utilizó en prototipos como el F-107 Ultra Sabre y el Boeing Bird of Prey.
Ventajas:
Reduce el riesgo de ingestión de objetos en pista.
Libera espacio interno para armamento y sensores.
Mejora la firma de sigilo desde el hemisferio inferior.
Desventajas:
Complica la visibilidad trasera del piloto.
Puede interferir con el flujo de aire en ángulos altos de ataque.
Añade complejidad de mantenimiento, especialmente al alojar tres motores.
Diseño para el sigilo y la supremacía aérea
Todo en el J-36 está orientado a la baja observabilidad:
Fuselaje limpio, con sensores EOTS integrados enrasados en la parte delantera.
Conductos en S para ocultar los motores de los radares enemigos.
Cubierta posterior que disipa el calor, reduciendo la firma infrarroja.
La configuración recuerda a conceptos furtivos como el Tacit Blue de Northrop o incluso el F-117 Nighthawk, pero con capacidades supersónicas y mayor volumen interno para armas.
Tres motores: alcance, empuje y energía
El J-36 incorpora tres motores, una decisión inusual pero estratégica. China considera que en un posible conflicto en el Indo-Pacífico, se necesitarán cazas capaces de:
Volar grandes distancias.
Realizar maniobras supersónicas.
Alimentar sistemas avanzados como radares AESA, sensores distribuidos y enlaces de datos.
Según expertos, podría utilizar el WS-15, motor de nueva generación con empuje de hasta 180 kN, o versiones del más probado WS-10.
¿Qué rol cumplirá el J-36?
Aunque todavía en fase de pruebas, el J-36 apunta a convertirse en un caza de sexta generación. Su diseño lo hace ideal para misiones de superioridad aérea furtiva, probablemente armado con misiles de largo alcance como el PL-21, propulsado por ramjet, análogo al MBDA Meteor europeo.
El general Kenneth Wilsbach, de la Fuerza Aérea de EE.UU., ya ha reconocido que el J-36 es uno de los dos programas chinos que podrían cambiar el equilibrio aéreo en Asia en los próximos años.
¿Relevo del J-20?
Durante años, el Chengdu J-20 fue la joya de la aviación militar china. Pero ahora, el J-36 parece destinado a ocupar su lugar como símbolo del poder aéreo del país. Su aspecto futurista y su diseño sin estabilizadores verticales lo diferencian claramente de otros cazas actuales, incluido el F-35.
China ha entrado en la carrera por la sexta generación de cazas. El J-36, aún envuelto en secretismo, representa un salto tecnológico y doctrinal. Con su toma dorsal, diseño furtivo y tres motores, podría marcar el inicio de una nueva era en la guerra aérea… y es probable que tanto Estados Unidos como sus aliados ya estén tomando buena nota.