Tribunales

Justicia para los hinchas del Liverpool 27 años después

La Policía británica, declarada culpable de homicidio involuntario en la tragedia del estadio de Hillsborough en la que murieron 96 personas

Justicia para los hinchas del Liverpool 27 años después
Justicia para los hinchas del Liverpool 27 años despuéslarazon

La Policía británica, declarada culpable de homicidio involuntario en la tragedia del estadio de Hillsborough en la que murieron 96 personas

Pasadas las 11 de la mañana, de forma espontánea, las personas concentradas en el exterior del tribunal de Warrington, en el norte de Inglaterra, comenzaron ayer a corear el himno del Liverpool, el famoso «You’ll Never Walk Alone». El emblema de «Nunca caminarás solo» cobraba más significado que nunca. Y es que tras una batalla legal de casi tres décadas, la memoria de la afición quedaba oficialmente limpia. Un jurado popular concluyó ayer que la muerte por aplastamiento de 96 personas en el estadio de Hillsborough fue fruto de errores policiales, en definitiva, un «homicidio involuntario» en el que nada tuvieron que ver los hinchas. Se trata de uno de los capítulos más importantes no sólo para la historia del fútbol inglés, sino para la Justicia británica.

Aquel fatídico 15 de abril de 1989, la semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest duró seis minutos. La Policía paró el encuentro al percatarse de que una avalancha de gente asfixiaba a los que se encontraban en primera fila, atrapados contra las vallas de seguridad. En las gradas centrales, detrás de una de las porterías, se amontonaba de pie el doble de público de lo permitido. Se dio la orden de abrir una puerta de salida para aliviar la presión, pero fue una decisión equivocada porque en cinco minutos entraron otros 2.000 aficionados.

Durante la investigación de los hechos, fuentes policiales dieron a los medios informaciones que descargaban la responsabilidad en vándalos de la hinchada del Liverpool a los que acusaban de despojar de dinero y joyas a las víctimas, así como de orinar desde las tribunas sobre los esforzados agentes. En los 80 estaba en auge el fenómeno hooligan, por lo que muchos periodistas creyeron una versión que cruzó fronteras. Finalmente, la sentencia de 1991 concluyó que se trataba de «muertes accidentales». El juez fijó arbitrariamente una hora límite, las 15:15 del día del desastre, presumiendo que para entonces todas las víctimas habrían muerto, y por consiguiente rechazó toda evidencia de lo ocurrido después. En 2012, sin embargo, una comisión de investigación independiente concluyó que la Policía fue responsable directa de la tragedia. El Supremo ordenó una nueva pesquisa judicial que comenzó en marzo de 2014.

Tras escuchar el testimonio de más de 500 testigos y analizar miles de pruebas, el jurado, compuesto por nueve miembros, llegó ayer finalmente a la conclusión de que el comisario de Policía encargado de la seguridad, David Duckenfield, tenía la «obligación de velar» por el cuidado de los asistentes al partido y que «incumplió» ese mandato. El jurado se declaró convencido de que el «incumplimiento del deber» cometido por Duckenfield provocó las citadas muertes y que su actuación se puede catalogar como una «negligencia grave». Se espera que la Fiscalía abra un proceso para sentenciar a los culpables.

Varios amigos y familiares de los fallecidos asistieron a la lectura del veredicto y muchos aplaudieron a los miembros del jurado cuando abandonaron la sala. Los abogados de las víctimas destacaron que estas conclusiones suponen un reconocimiento hacia la «incansable» lucha que han desarrollado los últimos 27 años para que se haga justicia. En un comunicado, las familias aseguraron que las conclusiones «justifican por completo» la larga batalla. «Ha habido un importante progreso en el viaje y una sensación de cierre para los afligidos». «Hay abogados llorando... Todos abrazados... Están diciendo que no pueden asumir toda esta enormidad», explicó Trevor Hicks, quien perdió a sus hijas Sarah y Vicky. «Lo hemos conseguido».