Argentina

Kirchner desclasifica el «caso AMIA»

A petición de la presidenta argentina, el Gobierno hace públicos todos los documentos relativos al atentado de 1994, investigado por el fallecido fiscal Nisman

La sociedad argentina exige justicia y respuestas a todos los interrogantes del «caso Nisman»
La sociedad argentina exige justicia y respuestas a todos los interrogantes del «caso Nisman»larazon

El Gobierno de Argentina hizo oficial ayer la desclasificación de los documentos relacionados con la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelí Judía (AMIA) de 1994, en la que estuvo implicado el difunto fiscal Alberto Nisman. Con esta medida, el Gobierno pretende mostrar transparencia en medio de las acusaciones por encubrimiento en la causa de la muerte del fiscal. El secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, ya anticipó el pasado 19 de enero –un día después de que Nisman apareciese muerto en su vivienda– que por «expresa instrucción» de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, autorizaba desclasificar la información solicitada por Nisman.

El Boletín Oficial publicó el decreto firmado por la presidenta y que autoriza la publicación de la documentación de la desaparecida Secretaría de Inteligencia (SIDE) –reconvertida en la Agencia Federal de Inteligencia–. También da luz verde a la difusión «de toda otra nueva documentación, informe o archivo que no hubieran sido aportados oportunamente a la causa y que pudieran resultar de interés para la investigación».

El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aclaró que el decreto publicado en el Boletín Oficial «hace público» lo dispuesto hace años, al referirse a la desclasificación de la totalidad de la documentación que fuera remitida en custodia a la Unidad Fiscal de investigación del atentado contra la sede de la AMIA.

Aníbal Fernández destaca que con esta apertura se podrá «investigar y analizar cada segundo de lo que se hizo en ese caso». En este sentido, ha insistido en que la «vocación» del Gobierno argentino es que deje de «ser secreto» algo que «importaba a todos». Según informó el jefe del Gabinete, la decisión fue tomada por la propia presidenta Cristina Kirchner. Es decir que presumiblemente es previsible, que los documentos no impliquen al Gobierno.

Nuevas pruebas

De forma paralela, las jugadas de Salgado Arroyo –la jueza y ex mujer de Nisman– siguen dando que hablar. La difusión de la supuesta existencia de un sicario que habría asesinado a Alberto Nisman, de rodillas frente a la bañera, conmovió el jueves a todos los protagonistas del caso, y profundizó mucho más la grieta que separa –que enfrenta– a la fiscal a cargo y a Arroyo Salgado. El peritaje oficial habla de un suicidio del fiscal en su apartamento, mientras que el informe encargado por la familia se inclina por el asesinato. Incluso indica que podría tratarse de dos asesinos y que luego premeditadamente se limpiaron las manchas de sangre.

Pero hay otro capítulo que recientemente se abrió ayer. Según uno de los tres peritos de la querella: el cadáver de Nisman tendría la marca del «agarre y deslizamiento de los dedos de una mano sobre uno de sus brazos». Habría rastros de cuatro dedos correspondientes a la supuesta mano que según esta investigación tomó el cuerpo de Nisman para cambiarlo de lugar. Sandra Arroyo ha mostrado su malestar ante la pasividad demostrada por la fiscal a la hora de tomar en cuenta esta pericia. El culebrón continua.

La brecha entre el Gobierno y el entorno de Nisman

- ¿Asesinato o suicidio?

La familia de Nisman exige justicia, consideran que al ex fiscal «lo mataron».

El Gobierno argentino llegó a admitir la hipótesis del suicidio.

- Imputación

El 13 de febrero, Kirchner fue imputada por presunto encubrimiento a los iraníes en el caso AMIA. Dos semanas después, un juez federal rechaza la imputación.

- Las escuchas

Nisman presentó su denuncia contra Kirchner, adjuntando 40.000 audios. El juez dijo que, tras la escucha, no tenían «vinculación alguna con los hechos».

- Nuevos documentos

Dos semanas después, el Gobierno argentino ordena la desclasificación de archivos relativos al atentado de 1994.