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La brújula europea

La Razón
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La Unión Europea ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos durante los últimos sesenta años para garantizar la estabilidad y la reconciliación en el continente. Éste es un mensaje tan importante para el futuro como lo ha sido en el pasado. Los actuales dirigentes europeos deben mostrar la visión y la ambición de sus predecesores para escribir el próximo capítulo de la historia de la UE. La integración europea ahora en curso es un proyecto único e histórico para fomentar la reconciliación, la apertura y la solidaridad. El aumento de los Estados miembros es un testimonio de ello. La guerra no es algo imposible sino impensable gracias a la puesta en común de los recursos como el carbón o el acero. El mercado único ha convertido a cada Estado miembro en un lugar donde los trabajadores, estudiantes, pensionistas y los turistas son bienvenidos y gozan de los mismos derechos que en sus países de origen.

El premio Nobel envía también un claro mensaje sobre la vigencia del legado de los padres fundadores para superar las divisiones históricas que todavía resuenan tanto dentro de nuestros Estados nación como entre nuestros vecinos, ya sea en los Balcanes occidentales, el Cáucaso sur o el norte de África. La UE puede y debe utilizar su influencia política y económica para poner fin a los conflictos históricos en su periferia, así como en su patio trasero.

Frente a un resurgimiento del nacionalismo y el populismo, resulta relevante defender el espíritu de nuestros antepasados europeos. La crisis financiera ha desgarrado el tejido social y ha creado nuevas divisiones entre ricos y pobres, norte y sur. A medida de que la UE trata de superar sus diferencias y establecer un nuevo sentido de la solidaridad y la unidad con la Unión Económica y Monetaria, no es baladí recordar la valentía y la determinación de los padres fundadores. La concesión del Premio Nobel de la Paz debe ser vista como un recordatorio para todos nosotros de lo que hemos logrado, pero también de todo lo que nos queda aún por hacer.