Videos

Buckingham anuncia que Felipe de Edimburgo se retira de la vida pública

El esposo de la reina Isabel II abandonará su agenda el próximo otoño después de cumplir 96 años.. La visita de los reyes de España será uno de los últimos actos que presencie el duque

El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, en una imagen del pasado mes de noviembre
El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, en una imagen del pasado mes de noviembrelarazon

El esposo de la reina Isabel II abandonará su agenda el próximo otoño después de cumplir 96 años. La visita de los reyes de España será uno de los últimos actos que presencie el duque

El príncipe Felipe de Edimburgo, que el próximo 10 de junio cumplirá 96 años, se retira de la vida pública. La jubilación no llegará hasta el próximo otoño, por lo que podrá estar presente en la visita de Estado que los Reyes de España realizarán a la capital británica del 12 al 14 de julio. Felipe de Mountbatten, conde de Merioneth y barón de Greenwich, es el consorte más longevo en la historia de la monarquía británica, un título a tono con la vitalidad de su mujer, Isabel II, que a pesar de haber cumplido el pasado abril 91 años –65 de ellos en el trono–, continuará con sus labores como jefa de Estado, ya que no tiene pensado abdicar.

Al cumplir los 90 años, el duque ya había reducido considerablemente su agenda. Con todo, seguía como patrón, presidente o miembro de más de 780 organizaciones, con las cuales seguirá estando asociado, aunque no desempeñará un papel activo.

Entre 2015 y 2016 presenció 184 actos oficiales. También visitó Alemania y Malta. El pasado miércoles, sin ir más lejos, inauguraba unas instalaciones en el club de críquet de Lord’s en Londres. «El príncipe Felipe atenderá desde ahora y hasta agosto los compromisos previamente programados, tanto individuales como de acompañante de la reina. A partir de entonces, no aceptará nuevas invitaciones para visitas y compromisos, aunque puede decidir acudir a ciertos eventos públicos de vez en cuando», precisó el comunicado enviado ayer por la Casa Real británica. Felipe de Edimburgo ha pronunciado 5.493 discursos a lo largo de su carrera como rey consorte. La nota ponía fin a las especulaciones que se habían creado desde primera hora de la mañana tras conocerse que, de madrugada, todo el personal de Buckingham Palace había sido convocado a una reunión a las diez de la mañana. En un principio, saltaron todas las alarmas sobre la salud de la reina o una posible abdicación de Isabel II, que habría generado más inestabilidad a la ya creada por las elecciones generales de junio y el turbulento comienzo de las negociaciones del Brexit. Tras conocerse la noticia, todos los candidatos hicieron un alto en sus campañas electorales –incluido el republicano laborista Jeremy Corbyn– para elogiar a un hombre con la difícil labor de ser consorte real.

Desde que se casó el 20 de noviembre de 1947 con la entonces heredera al trono de Reino Unido, Felipe ha estado durante siete décadas al lado de Isabel II, que, según el comunicado, «seguirá llevando a cabo un programa completo de actos oficiales con el apoyo de los miembros de la Familia Real». No cabe duda de que esto supondrá una mayor presencia de los duques de Cambridge que, a finales de año, se instalarán definitivamente en Londres. El príncipe Guillermo pondrá fin a su actual trabajo como piloto de helicópteros en la base militar de Norfolk para asumir sus obligaciones como miembro de la realeza a tiempo completo.

5.493 discursos

El duque de Edimburgo es uno de los miembros más controvertidos de la Familia Real. Sus bromas y su forma directa de hablar chocan con el carácter británico, que a él no le viene de cuna. Nació en la mesa de la cocina de la casa familiar de Corfú el 10 de junio de 1921 como príncipe de Grecia y Dinamarca. Tras cuatro niñas, fue el esperado varón que ansiaba su padre, el príncipe Andrés de Grecia, y su madre, la princesa Alice de Battenberg. Al año siguiente, la familia se vio obligada a huir tras la fuerte derrota de los griegos a manos de los turcos.

El exilio le dejó sin raíces. Entre 1922 y 1949, no tuvo un hogar permanente. Inicialmente la familia se estableció en París, pero la tensión acabó separando a sus padres. Su madre ingresó en un psiquiátrico y su padre se perdió en el juego. Entonces, el joven Felipe fue puesto bajo la tutela de su tío Jorge, el marqués de Milford Haven. Los que le conocían aseguran que siempre se sintió un joven huérfano. Y aquello le marcó el carácter: reservado y poco afectivo. Las bromas, por tanto, puede que fueran un mero escudo. Ejemplo de esa socarronería fue cuando se presentó como «el descubridor de placas más experimentado del mundo».