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La conquista de Faluya agudiza la guerra entre suníes y chiíes en Irak

El Ejército, respaldado por fuerzas de élite iraníes y la aviación de EE UU, lanza el asalto final a esta ciudad clave en manos del Estado Islámico

Vehículos blindados del Ejército iraquí preparan su entrada en Faluya
Vehículos blindados del Ejército iraquí preparan su entrada en Faluyalarazon

El Ejército, respaldado por fuerzas de élite iraníes y la aviación de EE UU, lanza el asalto final a esta ciudad clave en manos del Estado Islámico

Las Fuerzas de élite antiterroristas detuvieron su avance durante la madrugada de ayer a unos 500 metros del distrito de al-Shuhada, en parte sureste de zona urbanizada de la ciudad, después de que los yihadistas repelieron “vigorosamente” el ataque, indicó ayer un portavoz militar desde el base Tariq, al sur de Faluya, situada a 50 kilómetros de Bagdad.

“Los milicianos del EI utilizaron túneles, desplegaron francotiradores y enviaron seis automóviles cargados de explosivos contra las tropas, pero fueron destruidos antes de que alcanzaran sus objetivos”, indicó la fuente castrense antes de agregar que las fuerzas iraquíes sufrieron bajas, pero no ofreció más detalles.

Se espera que la entrada a la urbe sea lenta porque en Faluya hay todavía decenas de miles de civiles atrapados y se cree que se podría haber bombas ocultas, según los comandantes de las fuerzas especiales en la zona.

El mayor peligro es para las personas atrapadas en medio de la intensificación de los combates. “Hay informes de que cientos de familias están siendo utilizados por EI como escudos humanos en el centro de Faluya”, advirtió ayer Caroline Gluk, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los de refugiados (ACNUR) en Bagdad.

ACNUR también alertó de bajas civiles, incluidos siete miembros de una misma familia el 28 de mayo, cuyas muertes fueron causadas por el intenso fuego de artillería.

Cerca de 3.700 personas -alrededor de 600 familias - han huido de Faluya durante la semana pasada, cuando comenzó la ofensiva para retomar esta ciudad bajo control del EI desde enero de 2014.

Decenas de miles de personas están en riesgo una vez que empiece el combate de puerta a puerta en la ciudad, y hay informaciones de “ejecución de desertores del EI y de niños que se niegan a luchar por ellos,” según Naciones Unidas.

"Las partes enfrentadas deben garantizar una salida segura para los civiles ahora, antes de que sea demasiado tarde y se pierdan más vidas", instó en un comunicado el Consejo Noruego para Refugiados, antes de informar de que “solo una familia pudo escapar de la ciudad el lunes”.

En la vecina Siria, se repite la constante de los bombardeos aéreos contra civiles, a pesar de que Moscú había anunciado que postergaría sus ataques por un tiempo. Al menos 23 personas murieron y decenas resultaron heridas en un ataque aéreo ruso el lunes por la noche en la ciudad siria de Idlib (noroeste)”, denunció ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La provincia de Idlib está casi completamente bajo control del Ejército de la Conquista, una coalición compuesta principalmente por el Frente al Nusra, el brazo sirio de Al Qaeda, y otros grupos yihadistas y rebeldes islamistas.

Rusia negó ayer haber realizado ninguna misión en la septentrional provincia de Idlib. "La aviación rusa no realizó misiones de combate, y menos aún, ningún ataque en la provincia de Idlib", defendió en un comunicado El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.

Sin embargo Turquía denunció que “los intensos bombardeos aéreos, - presuntamente rusos-, sobre un hospital y una mezquita en Idlib, controlada por los rebeldes han dejado más de 60 civiles muertos y unos 200 heridos”.